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Unizar lanza un innovador Máster en Intervención Dietética y Soporte Nutricional para profesionales de la salud
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Unizar lanza un innovador Máster en Intervención Dietética y Soporte Nutricional para profesionales de la salud

martes 24 de septiembre de 2024, 10:00h
La Universidad de Zaragoza lanza un nuevo Máster en Intervención Dietética y Soporte Nutricional, dirigido a profesionales de la salud. Este programa online busca abordar la desnutrición asociada a enfermedades digestivas, promoviendo la colaboración entre nutricionistas y médicos para mejorar la atención sanitaria y combatir la desinformación en este ámbito.

La Universidad de Zaragoza, a través de su Campus de Huesca, reafirma su compromiso con la educación en el ámbito de las ciencias de la salud al presentar una nueva titulación que integra medicina y nutrición. Se trata del Máster de Formación Permanente en Intervención Dietética y Soporte Nutricional en las Enfermedades del Aparato Digestivo, una propuesta impulsada por la Facultad de Ciencias de la Salud y del Deporte. Este programa busca cubrir una necesidad formativa identificada en los sectores profesionales relacionados con la sanidad y la nutrición, y ya está abierto a la inscripción de estudiantes para ser impartido este mismo curso en modalidad online.

Entre las dolencias digestivas que pueden generar significativos problemas nutricionales se encuentran la celiaquía, el hígado graso, la disbiosis, el síndrome de intestino irritable, la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Estas condiciones demandan la intervención de profesionales capacitados con formación especializada para abordarlas adecuadamente.

La Asociación Española de Gastroenterología ha señalado que esta titulación es de interés docente y utilidad, debido al valor adicional que proporciona tanto a los dietistas nutricionistas titulados como a los gastroenterólogos que tienen un especial interés en la nutrición clínica. Así lo afirman Miguel Ángel Montoro e Iva Marqués Lopes, quienes son profesores de los departamentos de Medicina y Nutrición en el campus público aragonés, respectivamente, y que están a cargo de la coordinación de este estudio.

La vicerrectora Marta Liesa señala que este estudio “viene a reforzar la amplia oferta formativa de titulaciones de grado, máster y formación permanente que tenemos en el Campus de Huesca en el ámbito de las Ciencias de la Salud.” Además, añade que “su puesta en marcha aprovecha y potencia las sinergias entre especialistas de distintas disciplinas de la Facultad de Ciencias de la Salud y el Deporte, atendiendo un aspecto que puede ser útil para los profesionales de la medicina y la nutrición.”

La formación será impartida por un equipo diverso de profesionales. Según precisan, entre ellos se encuentran endocrinólogos, bioquímicos, hepato-gastroenterólogos, así como expertos en microbioma intestinal y en cirugía bariátrica. También participarán intensivistas, psiquiatras con experiencia en trastornos de conducta alimentaria, especialistas en geriatría, dietetas-nutricionistas y personal de enfermería que se desempeña en el ámbito de la nutrición clínica.

La preinscripción para este postgrado, que se podrá cursar durante un año y de forma online, permanecerá abierta hasta el 24 de noviembre en la página web de la universidad. Se espera que las clases comiencen el 9 de diciembre.

Según Miguel Montoro, este máster “se pretende cubrir un vacío formativo” y tiene como objetivo “proporcionar a los posgraduados una capacitación de excelencia en el manejo de la desnutrición asociada a las enfermedades del aparato digestivo, con las debidas garantías de transparencia, mérito y equidad que proporciona una universidad pública y de prestigio”.

Según Iva Marques, esta formación puede ayudar a resaltar la importancia del papel que desempeñan los profesionales de la nutrición en colaboración con el personal sanitario dentro del sistema de salud. Además, su enfoque riguroso también tiene el potencial de eliminar la desinformación que a veces circula en las redes sociales sobre estas enfermedades.

Un desafío que tiene una incidencia social significativa

Una variada gama de enfermedades digestivas puede dar lugar a situaciones de desnutrición, ya sea por alterar los mecanismos que aseguran la digestión y la absorción de nutrientes, como sucede en la enfermedad celíaca, que afecta aproximadamente al 1% de la población, o por ocasionar daños anatómicos o estructurales que resultan en pérdidas de proteínas a través del tubo digestivo. Según informan desde el Campus oscense de Unizar, un ejemplo claro son la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, patologías que provocan úlceras en el intestino, lo que conlleva una grave pérdida de nutrientes.

En la actualidad, el hígado graso ha adquirido un especial interés debido a la acumulación anormal de grasa en las células hepáticas. Esta condición puede ser provocada por diversos factores, entre los que se incluyen el sobrepeso, la obesidad, la hiperglucemia y la hipercolesterolemia. Según indican algunos expertos, esta enfermedad puede considerarse una “verdadera pandemia de nuestro tiempo”. Además de ser la principal causa de trasplante hepático en los Estados Unidos, el hígado graso representa la razón más común de enfermedad hepática que deriva desde los Centros de Salud hacia las consultas externas del Aparato Digestivo.

Las consecuencias nutricionales que provoca la disbiosis son igualmente significativas, afirman los investigadores de este estudio. Este fenómeno implica un cambio en la composición o las funciones de la microbiota intestinal, lo que altera la permeabilidad del epitelio intestinal. Como resultado, se facilita la entrada de antígenos y toxinas, lo que puede llevar a estados de microinflamación en las capas más profundas de la mucosa intestinal.

Estas alteraciones tienen un impacto en el umbral de percepción visceral, así como en la secreción de agua y electrolitos, y afectan también a la actividad peristáltica (o motilidad) del intestino. Esto da lugar a una variedad de síntomas gastrointestinales que se agrupan bajo el término de trastornos funcionales digestivos. Un claro ejemplo es el síndrome de intestino irritable, que afecta entre el 6% y el 8% de la población general.

En este contexto, es importante señalar que existen diversas opciones de formación para médicos y nutricionistas. Por un lado, los profesionales que obtienen su título en Medicina pueden acceder a una formación especializada mediante el sistema MIR. Por otro lado, los graduados y graduadas en Nutrición Humana y Dietética enfrentan mayores obstáculos para ingresar a un sistema de capacitación que les permita ejercer su profesión en el ámbito de la Salud Pública, especialmente en lo que respecta a las Unidades y Servicios de Aparato Digestivo.

Entre todas estas patologías, la disbiosis, conocida también como SIBO, es objeto de considerable confusión. Según indican Miguel Montoro e Iva Marqués Lopes, “existe una gran desinformación en redes sociales que generan confusión y desasosiego entre multitud de pacientes que se sienten identificados por estos problemas y contribuyen a colapsar el sistema sanitario”. En respuesta a esta situación, enfatizan que “es importante que sociedades científicas y universidades tomen el mando en este punto y lideren la formación, proporcionando la mejor evidencia científica, a los profesionales interesados en el campo de la nutrición clínica”.

“En diversas naciones de Europa, así como en Australia y Norteamérica, se encuentran disponibles Servicios de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición que cuentan entre su personal con dietistas-nutricionistas cualificados”, indican. Además, mencionan que “realizan una función crucial en el manejo y apoyo nutricional de pacientes que padecen enfermedades digestivas”, tanto en el ámbito ambulatorio como en el hospitalario.

Por esta razón, se opina que los dietistas-nutricionistas con título no deberían estar excluidos de los entornos sanitarios. “En el marco de una atención interdisciplinar donde intervienen gastroenterólogos, hepatólogos, pancreatólogos, cirujanos, intensivistas, endocrinólogos, psicólogos y personal de enfermería”, afirman.

Se anticipa, concluyen, “que la Universidad de Zaragoza proporcionará un esfuerzo logístico y un despliegue de recursos para el desarrollo de esta titulación -con la participación de profesorado tanto nacional como internacional- que será debidamente recompensado. Esto generará un ambiente propicio para que los Departamentos de Sanidad de las diversas Comunidades Autónomas reconozcan la importancia de integrar a dietistas-nutricionistas titulados en las Unidades y Servicios de Aparato Digestivo. Esta es una reivindicación justa por parte de los gastroenterólogos, así como una necesidad evidente para aquellos que sufren enfermedades digestivas. Estas condiciones no solo provocan desnutrición, sino que también afectan gravemente la calidad de vida, generan absentismo laboral, disminuyen la productividad y acarrean un considerable gasto en el sistema sanitario.”

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