El fabricante estadounidense de semiconductores Wolfspeed ha anunciado su intención de solicitar la bancarrota como parte de un acuerdo de reestructuración pactado con prestamistas clave. Este plan contempla una reducción de la deuda del 70 por ciento.
En un comunicado, la empresa destacó que este “paso proactivo” le permitirá mejorar su posición para implementar su estrategia de crecimiento a largo plazo y acelerar su camino hacia la rentabilidad.
Detalles del Acuerdo de Reestructuración
Bajo el Acuerdo de Apoyo a la Reestructuración, alcanzado con sus acreedores y la subsidiaria estadounidense de Renesas Electronics, Wolfspeed planea reducir su deuda en aproximadamente $4.6 mil millones, lo que también disminuirá los pagos totales de intereses en efectivo en un 60 por ciento. Además, se prevé obtener un nuevo financiamiento por valor de $275 millones.
Aunque el plan de bancarrota preempaquetado aún debe ser aprobado antes de que se presente oficialmente, la compañía espera salir de la protección por bancarrota para finales del tercer trimestre del año calendario 2025.
Contexto Económico y Perspectivas Futuras
Wolfspeed había señalado en mayo que estaba enfrentando dificultades debido a la incertidumbre económica generada por las políticas comerciales estadounidenses y una débil demanda en el mercado.
El CEO Robert Feurle comentó que la empresa evaluó varias opciones para fortalecer su balance y optó por el proceso de reestructuración, ya que considera que esta decisión colocará a Wolfspeed “en la mejor posición posible para el futuro”.
Feurle subrayó además el liderazgo de la compañía en tecnología de carburo de silicio gracias a su capacidad de fabricación automatizada de 200 mm. Con una base financiera más sólida, Wolfspeed buscará centrarse en la innovación y escalar verticales en el sector.