Parece mentira que después de mas de veinte años de ejercicio profesional, dominando todos los secretos de la ventas,habiendo vendido "hasta las cucharas de la mesa", gracias siempre a la imaginación y al profundo conocimiento del sector en que uno se ha desarrollado profesionalmente, uno pueda verse ahora definido como un profesional del autoempleo y de la economia de la suprevivencia (en palabras de un gurú del emprendimiento en una conferencia a universitarios).
Entiendo que un nativo de la tecnología pueda pensar en bytes, pero no olvido los años de aprendizaje en el mundo de la tecnología. Mi generación ha visto el desarrollo de Internet,los ordenadores ( los portátiles y los "no tan portátiles", el teléfono móvil, las redes sociales, la comunicación 1.0, la 2.0 la comunicación 360.... Ayudamos a parir la publicidad on line, y aún así, nos consideran parias en el mundo empresarial. Hemos puesto en marcha ideas de negocio, solos, sin ayuda, pero con ilusión y conocimiento, y no se nos reconoce el valor, tan sólo la desesperación por haber perdido un puesto de trabajo.
Resulta cuanto menos curioso que los años de formación , los cursos en escuelas de negocio y los muchísmos años de experiencia no sirvan más que para ser una caricatura de empresario frente a la abrumadora juventud y la ilusión.
Grave error manejar nuestro futuro sólo con ideas jóvenes, como si las ideas maduradas, que no maduras, no sean válidas e igualmente generadoras de riquezas.
Si (
No(
