En un evento que dio inicio al semestre académico en la División de Derecho, Ciencia Política y Relaciones Internacionales, la exprocuradora general de la nación, Margarita Cabello Blanco, presidió el martes la Cátedra Inaugural “Defensa de la Democracia”. Durante su intervención, ofreció reflexiones sobre el papel transformador del derecho en una sociedad democrática.
Cabello Blanco compartió su experiencia profesional con los estudiantes de nuevo ingreso y de diferentes semestres en el Auditorio Marvel Moreno. Resaltó su trayectoria como magistrada de la Corte Suprema durante siete años y su labor como ministra de justicia entre 2019 y 2020, inspirando a los jóvenes a comprender cómo el derecho puede ser una herramienta para la transformación tanto individual como colectiva.
La formación jurídica como motor de cambio
La charla se centró en dos pilares fundamentales: la importancia de la formación jurídica como camino hacia el servicio público y superación personal, y la necesidad imperiosa de proteger la democracia como forma de vida en sociedades pluralistas. “Cuando el derecho se convierte en vocación y en servicio es posible cumplir la promesa más noble que tiene nuestra profesión: hacer del derecho un instrumento para construir una vida propia, sana y tranquila”, manifestó Cabello.
Para ella, uno de los principales desafíos actuales es lograr que la ciudadanía participe activamente en la defensa del sistema democrático. “La ciudadanía se duerme, espera que el Estado y los gobiernos hagan todo”, advirtió, subrayando que este desinterés puede conducir al debilitamiento institucional y dar paso al autoritarismo disfrazado de democracia.
Transformaciones en el contexto democrático
Respecto a la percepción generalizada de una democracia en crisis, Cabello enfatizó que no se trata simplemente de un colapso, sino de una transformación continua. Analizó cómo los avances tecnológicos, la globalización y el uso indiscriminado de las redes sociales afectan las prácticas democráticas, restando libertad al voto y debilitando la confianza pública en las instituciones.
El rol crucial de las universidades
La exprocuradora hizo un llamado a las instituciones educativas, especialmente a las universidades, instándolas a adoptar un rol activo en la formación ética y ciudadana de los futuros profesionales. “Las universidades son cimientos de la democracia. Si no transmiten valores como la ética, la solidaridad y el pensamiento colectivo, se corre el riesgo de construir sociedades disfuncionales”, afirmó.
Finalmente, invitó a los nuevos estudiantes de Derecho a ver su carrera no solo como una oportunidad profesional, sino también como una herramienta para contribuir a un país más justo. La defensa de la democracia debe surgir no solo desde las instituciones sino también desde los valores humanos que sustentan esta vital estructura social.