Un nuevo capítulo se abre para miles de jóvenes en Colombia, quienes madrugaron con la esperanza de ingresar a la Universidad Nacional de Colombia (UNAL). Este año, un total de 42.677 aspirantes se presentaron al examen de admisión, el único camino hacia los 5.622 cupos disponibles para el periodo 2026-I. La jornada no solo representó un desafío académico, sino también una apuesta por el futuro, respaldada por familias que ven en la UNAL una vía hacia nuevas oportunidades.
El incremento en el número de inscritos fue notable: 32.100 en Bogotá, 5.950 en Medellín, 1.663 en Manizales, entre otros municipios. Los programas especiales de admisión continúan brindando oportunidades a jóvenes de zonas vulnerables, destacando la participación de 2.797 jóvenes en el Programa de Admisión Especial (PAES), 3.866 en el Programa Especial de Admisión Académica (Peama) y 388 en el Programa de Admisión Especial con Enfoque Territorial (PAET).
Aspirantes llenos de sueños y expectativas
Presentarse a la prueba es más que un simple examen; es un paso hacia un futuro lleno de posibilidades. En cada aula se palpaba la ilusión de quienes anhelan formar parte de una institución que ha sido cuna de algunas de las mentes más brillantes del país y un referente académico y científico para Latinoamérica.
Estudiar en la UNAL significa acceder a una educación de calidad y abrirse a un mundo diverso donde convergen ideas y culturas. Cada estudiante encuentra allí un espacio para crecer y contribuir con su talento a una comunidad comprometida con el conocimiento y el desarrollo social.
Juliet Álvarez, aspirante a la carrera de Cine y Televisión, eligió esta universidad por su sólido programa académico. A pesar de haber aplazado sus estudios anteriormente, confía en que esta oportunidad le permitirá avanzar significativamente en su vida profesional. Por su parte, Valeria Ricardo, quien busca ingresar al programa de Artes Plásticas, expresó su entusiasmo: “La Universidad tiene una gran reputación y es un honor poder presentarse”. Su madre, Yamile Cárdenas, no pudo ocultar su emoción al acompañarla.
Cupos que transforman vidas
Aspirar a uno de los 5.622 cupos ofrecidos por la UNAL es sinónimo de soñar en grande; desde liderar investigaciones innovadoras hasta participar activamente en debates cruciales para el país. Aquellos que recorren sus pasillos descubren que esta Institución forja amistades duraderas y cultiva convicciones críticas.
"Mi sueño es estudiar Medicina aquí porque valoro mucho el perfil profesional que tienen sus egresados," comentó Juan Daniel Palechor. Su madre, Ana María Castro, quien también estudió allí, espera que su hijo tenga experiencias enriquecedoras como las que ella vivió.
Llama la atención que muchos inscritos son jóvenes entre 16 y 17 años, quienes están finalizando sus estudios secundarios mientras comienzan a definir sus trayectorias profesionales. Además, se registraron participantes provenientes del estrato socioeconómico 2 principalmente, así como 162 jóvenes con discapacidad certificada y 14 personas desde el extranjero.
Sueños persistentes ante las adversidades
"Es mi tercera vez intentando ingresar; siempre ha sido mi sueño estudiar Odontología aquí,” afirmó Valerie Guerrero, observando expectante mientras se preparaba para presentar el examen.
Cada examen representa una nueva oportunidad para los jóvenes que aspiran seguir los pasos de figuras icónicas como Gabriel García Márquez, quien inició su camino académico en las aulas del Derecho en Bogotá; o Débora Arango, reconocida pintora colombiana que rompió barreras artísticas.
Mario Alberto Pérez, director Nacional de Admisiones, destacó que la jornada transcurrió sin inconvenientes. Entre los inscritos se incluyen 3.044 jóvenes víctimas del conflicto armado, así como integrantes de comunidades indígenas y afrocolombianas, subrayando así el compromiso inclusivo de la UNAL.
Crecimiento educativo en regiones olvidadas
Bajo este contexto positivo, la Sede Amazonia reportó cifras récord con **1.310 inscripciones**, evidenciando un creciente interés por acceder a educación superior en esta región vital para Colombia y el mundo. La prueba se llevó a cabo sin contratiempos desde Leticia hasta comunidades indígenas cercanas.
A través del PAET y Peama, muchos aspirantes buscan oportunidades educativas significativas; entre ellos se encuentran jóvenes indígenas deseosos por transformar sus realidades mediante el estudio.
Palmira: Un viaje hacia nuevas oportunidades educativas
Cincuenta jóvenes provenientes del río San Juan emprendieron un viaje significativo hacia Cali para presentar su examen en Palmira. Esta travesía simboliza resiliencia frente a contextos difíciles marcados por conflictos armados e inequidades sociales.
A pesar del entorno adverso, estos aspirantes demuestran su firme convicción: creen firmemente que la educación puede ofrecerles un futuro mejor tanto para ellos como para sus comunidades.
Sede Manizales: Expectativas renovadas
En Manizales, más de mil aspirantes presentaron su examen con esperanzas puestas en uno de los 861 cupos disponibles para diversas carreras académicas. Este proceso incluyó medidas inclusivas garantizando comodidad para todos los participantes.
A medida que avanza esta jornada educativa, queda claro que cada esfuerzo realizado es un paso hacia adelante no solo para los estudiantes individuales sino también para toda la sociedad colombiana.