Diana Juvinao, bióloga egresada de la Universidad del Valle y actual investigadora en la Escuela de Salud Pública de Harvard, ha revelado que la violencia contra las mujeres tiene un impacto que trasciende a la víctima. Su investigación demuestra que los hijos heredan las secuelas de esta violencia, lo que genera consecuencias profundas para la sociedad en su conjunto.
En su estudio, Juvinao aborda cómo la violencia experimentada por las mujeres durante el embarazo, e incluso antes, afecta inevitablemente la salud física y mental de sus hijos. Ella afirma: “Cualquier tipo de violencia, tanto intrafamiliar como externa, tiene un efecto a largo plazo sobre la salud de las madres y sus hijos”. Esta investigación busca crear conciencia sobre cómo estas experiencias pueden perpetuar una sociedad enferma.
La trayectoria de Diana es un testimonio de perseverancia y dedicación. Desde su infancia en el barrio Panamericano, donde soñaba con ser médica o bióloga, hasta su llegada a Harvard, su historia está marcada por un deseo profundo de entender y combatir las enfermedades que afectan a su familia. La muerte de su abuela materna debido a diabetes tipo II fue un catalizador para su interés en la investigación científica.
Un viaje hacia el conocimiento científico
Diana Juvinao inició su carrera académica en el Colegio Stella Maris y siguió sus estudios en biología en la Universidad del Valle. Siguiendo el consejo de su padre, quien le advirtió sobre las limitadas oportunidades para investigar medicina en Colombia, optó por enfocarse en biología. Esta decisión se vio impulsada por una curiosidad innata por comprender los mecanismos detrás de las enfermedades.
Su interés por los marcadores epigenéticos surgió a raíz del dolor familiar. “Quería entender la parte molecular de esa enfermedad que nos había causado tanto dolor”, explica Juvinao. Durante su tiempo en Inglaterra, descubrió marcadores epigenéticos relevantes para el desarrollo de diabetes tipo II, lo que cimentó aún más su compromiso con la investigación genética.
Con una beca parcial otorgada por Colfuturo, Diana se trasladó a Europa para realizar un máster en Genética Molecular y Diagnóstico de Enfermedades Humanas en la Universidad de Nottingham. Este fue solo el primer paso; luego continuó con un doctorado en Epidemiología Molecular Longitudinal en la Universidad de Bristol.
Retos actuales y futuro prometedor
Tras completar su doctorado, Diana encontró una oportunidad laboral inesperada en Boston, donde actualmente realiza un posdoctorado en Harvard. Su trabajo se centra no solo en los aspectos genéticos sino también en cómo factores como el estrés durante el embarazo influyen negativamente en la salud infantil.
A pesar del éxito alcanzado, Juvinao enfrenta desafíos significativos debido a recortes presupuestarios impuestos por el gobierno estadounidense bajo la administración de Donald Trump. Esto ha llevado a una crisis financiera que afecta directamente los proyectos de investigación: “Harvard ha perdido dos billones de dólares para investigación”, señala Juvinao.
Cali presenta una alarmante tasa de violencia intrafamiliar, con 382 casos por cada 100.000 mujeres, superando así el promedio nacional. La investigación liderada por Diana es crucial para abordar estos problemas sociales desde sus raíces y establecer políticas efectivas que protejan a las mujeres durante el embarazo.
Impacto social y legado intergeneracional
Diana Juvinao ha estado siguiendo desde 2012 a un grupo específico de madres y niños desde antes del nacimiento hasta la infancia para medir cómo las experiencias traumáticas afectan los resultados sanitarios. Su análisis incluye cómo el estrés crónico durante el embarazo puede influir negativamente no solo en la salud física sino también conductual y emocional del niño.
“La violencia durante el embarazo está asociada a partos prematuros y otros riesgos severos”, advierte Juvinao. A través de su trabajo, busca identificar marcadores que puedan ayudar a desarrollar políticas públicas adecuadas para mitigar estos efectos perjudiciales.
Diana concluye enfatizando que sanar a las mujeres es esencial para asegurar un futuro saludable: “Lo que pase en la vida de una mujer repercute en sus hijos y en toda la sociedad”. Su labor es vital no solo para entender estos fenómenos sociales sino también para proponer soluciones efectivas que beneficien generaciones futuras.