Un equipo de investigadores de la Universidad de Cambridge ha desarrollado un método innovador para evaluar si los portafolios de eliminación de carbono pueden contribuir a limitar el calentamiento global durante siglos. Este enfoque permite combinar soluciones tecnológicas costosas, que inyectan carbono en el subsuelo, con opciones basadas en la naturaleza, como los bosques y el biochar, que son más accesibles y económicas.
Según los expertos, este estudio abre la puerta a proyectos de eliminación de carbono basados en la naturaleza —como la plantación de nuevos bosques o la restauración de los existentes— para convertirse en soluciones efectivas contra el cambio climático cuando se equilibran con otras técnicas de eliminación. Los hallazgos, publicados en la revista Joule, demuestran cómo las soluciones de almacenamiento de carbono basadas en la naturaleza y las tecnológicas pueden colaborar en la transición hacia una economía con emisiones netas cero.
El papel crucial del almacenamiento de carbono
Los autores del estudio advierten que algunos portafolios de eliminación de carbono, como el programa de compensaciones forestales de California, podrían estar gravemente subfinanciados para enfrentar riesgos más allá de unas pocas décadas. Proponen un “buffer” o reserva de aproximadamente dos toneladas de carbono almacenado por cada tonelada compensada en portafolios que contengan soluciones basadas en la naturaleza, lo cual consideran “suficiente en la mayoría de los casos” para gestionar riesgos a largo plazo.
No obstante, los investigadores señalan que los portafolios más arriesgados que dependen en gran medida del uso de compensaciones basadas en la naturaleza podrían requerir reservas extremas: hasta nueve toneladas de carbono eliminadas por cada tonelada emitida. Los autores advierten sobre el uso de tales portafolios debido a los costos y las incertidumbres asociados.
Inversión empresarial y objetivos climáticos
“Gigantes tecnológicos como Microsoft y Meta están invirtiendo miles de millones en portafolios para eliminar carbono y así compensar sus crecientes huellas ecológicas”, afirma el Dr. Conor Hickey, autor principal del estudio y profesor asistente en el Departamento de Economía Territorial y Climática de Cambridge. “Mientras empresas y países coinciden en que es esencial aumentar la inversión en eliminación de carbono para alcanzar objetivos netos cero, también desean entender si estos esquemas pueden ayudar a estabilizar las temperaturas globales a largo plazo”.
El Dr. Hickey destaca que su enfoque ofrece una medida fiable para gestores de portafolios enfocados en estabilizar temperaturas a largo plazo. “Muestra que el almacenamiento basado en la naturaleza, como la plantación de árboles, tiene un papel más importante del que muchos críticos suponen cuando se utiliza como parte de un portafolio diversificado para eliminar carbono”, añade.
Desafíos y oportunidades del almacenamiento tecnológico
A pesar del potencial positivo, actualmente los incentivos del mercado favorecen proyectos biológicos más baratos y accesibles para extraer dióxido de carbono (CO?) del ambiente, como los forestales o el biochar —un material vegetal tratado térmicamente que atrapa carbono al ser incorporado al suelo—. Sin embargo, estos métodos presentan un mayor riesgo de re-emisión del carbono, especialmente ante cambios en el uso del suelo o aumentos en incendios forestales.
Las soluciones tecnológicas alternativas, como la Captura Directa del Aire (DAC), enfrentan dificultades para crecer a gran escala debido a altos costos y procesos energéticamente intensivos. Sin embargo, su capacidad para almacenar carbono permanentemente las hace menos vulnerables a reversiones mediante fugas. La DAC puede combinarse con almacenamiento profundo subterráneo para asegurar el CO?.
Estrategias futuras hacia un futuro sostenible
Para su último estudio, el equipo investigador ha desarrollado un nuevo “marco de gestión del riesgo” destinado a calcular con precisión la cantidad adicional necesaria de eliminación de CO? para mantener estables las temperaturas durante siglos según diferentes portafolios. Su análisis revela que, en ciertos casos —como un portafolio arriesgado dominado por proyectos forestales— la cantidad extra necesaria no varía significativamente entre plazos temporales prolongados.
"Eliminar más carbono ahora puede cubrir eficazmente el riesgo asociado al almacenamiento durante siglos; esto se puede lograr mediante una mezcla adecuada entre soluciones naturales y tecnológicas", concluye Hickey. "Nuestros enfoques permiten decisiones estratégicas sobre almacenamiento basadas en disponibilidad actual mientras se busca estabilizar temperaturas a largo plazo".
Con miras al año 2050, el Reino Unido aspira a alcanzar emisiones netas cero, donde se espera que el almacenamiento geológico juegue un papel fundamental al almacenar cualquier emisión continua de CO?. Las nuevas directrices británicas y europeas estipulan que los proyectos deben cumplir con un requisito mínimo de permanencia durante 200 años.