El Programa Universitario de Maiores de la Universidad de Vigo (PUM) ha alcanzado un hito significativo al registrar **632 estudiantes mayores de 55 años** para el curso 2025/2026. Este número no solo marca un récord histórico, sino que también supera las cifras previas a la pandemia, que rondaban los 600 matriculados. Los alumnos se distribuyen en dos modalidades: el ciclo intensivo y el ciclo integrado, ambos reconocidos con un título propio de la universidad.
De los matriculados, **409 son mujeres** y **223 son hombres**, quienes están recibiendo formación en los campus de Vigo, Ourense y Pontevedra, con la colaboración de docentes tanto internos como externos a la UVigo. La vicerrectora de Estudiantado y Emprendimiento, Natalia Caparrini, atribuye este aumento a una nueva percepción sobre la edad: “Hoy en día, cualquier persona puede sentirse joven. La gente sigue activa, con ganas de aprender y hacer cosas nuevas”, afirma.
Un Ciclo Académico Adaptado a Nuevas Realidades
El ciclo intensivo comprende **60 créditos ECTS**, con materias diseñadas específicamente para este programa. Al finalizarlo, los estudiantes obtienen una acreditación como titulados o tituladas sénior en cultura y sociedad, lo que les permite acceder al ciclo integrado. Este último consta de **36 créditos** donde pueden cursar diversas materias en diferentes grados universitarios, compartiendo aula con estudiantes tradicionales.
En cuanto a la distribución geográfica, el campus de Vigo lidera las cifras con **313 estudiantes** (290 en el ciclo intensivo y 23 en el integrado), seguido por Ourense con **163** (148 en intensivo y 15 en integrado) y Pontevedra con **156** (145 en intensivo y 11 en integrado). La media de edad del alumnado es de **69 años**, coincidiendo con la edad promedio de las mujeres matriculadas.
La Participación Femenina como Motor del Programa
Carmen Abreu, coordinadora del PUM, destaca que la mayoría de las alumnas consideran esta iniciativa como una oportunidad para mantenerse activas socialmente y dedicar tiempo a sí mismas tras haber dejado atrás responsabilidades familiares y laborales. Además, Natalia Caparrini resalta los beneficios que tiene para el alumnado sénior regresar a la universidad: “Les permite seguir aprendiendo, mantener su mente activa y formar parte de una comunidad”, explica.
El intercambio intergeneracional también juega un papel crucial. Según Caparrini, “el PUM no solo enriquece a quienes participan directamente; también aporta mucho a los estudiantes más jóvenes al generar un intercambio valioso de experiencias”.
Preferencias Académicas: Un Interés por Humanidades y Ciencias Sociales
Las materias más demandadas dentro del programa abarcan áreas como historia, filosofía, arte, sociología, entre otras. Carmen Abreu señala que estas asignaturas fomentan la reflexión y el debate, aspectos muy valorados por los estudiantes. No obstante, también hay interés por disciplinas relacionadas con las ciencias experimentales y la tecnología.
A medida que crece la población mayor de 55 años y aumenta la esperanza de vida, surge una demanda creciente por programas educativos adaptados a sus necesidades. Sin embargo, Abreu advierte sobre los retos que enfrenta el PUM para satisfacer esta demanda: “A pesar de ampliar plazas cada año, muchas personas quedan fuera debido a que no podemos cubrir toda la demanda”. También subraya la importancia de adaptar las metodologías docentes para atender adecuadamente las necesidades específicas del alumnado sénior.
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