El Ministerio de Educación (Minedu) ha implementado un innovador modelo de infraestructura educativa que se adapta a las diversas condiciones climáticas del Perú. Este nuevo enfoque incluye cinco catálogos bioclimáticos: costa, costa lluviosa, sierra, selva y heladas, diseñados para optimizar el aprendizaje en aulas seguras y confortables.

Según el Minedu, el propósito es proporcionar a los estudiantes un entorno educativo que mantenga temperaturas agradables sin necesidad de utilizar equipos eléctricos. Las nuevas instalaciones están representadas por las Escuelas Bicentenario, que establecen un estándar moderno en infraestructura educativa, ofreciendo espacios sostenibles que fomentan tanto el aprendizaje como el bienestar estudiantil.

Avances en la construcción de escuelas bioclimáticas

Hasta la fecha, 45 colegios han sido inaugurados y otros 47 se encuentran en proceso de construcción en distintas regiones del país. Estos centros educativos están diseñados para reducir el consumo energético al aprovechar la luz solar y crear ambientes saludables para el aprendizaje. Cada uno de ellos se adapta a las particularidades climáticas de su ubicación.

En la costa peruana, por ejemplo, las escuelas utilizan parasoles y aleros que controlan la radiación solar, mientras que los techos planos se convierten en terrazas para actividades al aire libre. Las ventanas estratégicamente colocadas permiten una ventilación cruzada efectiva, minimizando así la necesidad de ventiladores.

Diseño adaptativo según la región

Las escuelas ubicadas en zonas con clima lluvioso cuentan con techos inclinados que facilitan el drenaje del agua de lluvia. Sus fachadas están equipadas con aislamiento térmico y regulan la entrada de luz solar para mantener temperaturas agradables durante todo el año, incluso frente a fenómenos climáticos severos.

En las regiones montañosas, las instituciones educativas están diseñadas para conservar el calor durante las noches frías mediante cubiertas inclinadas y materiales aislantes. La disposición de ventanas opuestas y corredores abiertos permite una adecuada renovación del aire.

Las escuelas en la selva son resistentes a la humedad y a lluvias intensas; sus techos amplios proporcionan sombra, mientras que mallas mosquitero y vidrios ventilados aseguran una circulación constante del aire. Esto protege a los estudiantes del friaje característico de ciertas temporadas en la Amazonía.

Ejemplo emblemático: Escuela Bicentenario Fernando Carbajal

Un caso destacado es la Escuela Bicentenario Fernando Carbajal, situada en la provincia de Padre Abad (Ucayali), que se erige como la primera institución educativa bioclimática en la Amazonía peruana. Esta escuela cuenta con 25 aulas, laboratorios de ciencia y tecnología, biblioteca, talleres artísticos y técnicos, además de áreas deportivas y administrativas.

Inversión educativa a nivel nacional

El Programa Especial de Inversión Pública (PEIP) Escuelas Bicentenario está llevando a cabo 92 proyectos educativos bajo estos estándares bioclimáticos. En San Juan de Lurigancho se están construyendo 14 colegios con una inversión superior a los 1084 millones de soles, beneficiando a más de 29 000 estudiantes en todos los niveles educativos.

Asimismo, en Puno se desarrollan seis proyectos con una inversión total de 528 millones de soles, lo cual permitirá que 5500 escolares estudien en ambientes seguros frente al frío extremo.

A través de las Escuelas Bicentenario, el Minedu promueve una infraestructura educativa moderna y respetuosa con el entorno natural, garantizando igualdad en las condiciones educativas para todos los estudiantes del país.