La nueva rectora de la Universitat de Lleida, Maria Àngels Balsells Bailón, ha hecho un llamado a la consellera de Universidades y Recerca, Núria Montserrat Pulido, para que se tenga en cuenta a la UdL al momento de definir un mapa de titulaciones que permita aprovechar al máximo las capacidades de la institución y ponerlas al servicio de toda Cataluña. Esta solicitud fue realizada durante el acto de toma de posesión celebrado en el Auditorio del Centro de Culturas, donde también asumió su cargo la nueva presidenta del Consell Social, Carmina Chia Forradellas.
Balsells destacó cinco pilares fundamentales para su gestión: UdL intergeneracional, UdL ciudad universitaria, UdL interdisciplinaria, UdL conectada y UdL campus vivos. Además, estableció tres compromisos clave: gobernar para transformar en lugar de solo administrar; crear marcos de participación para abordar los grandes desafíos; y trabajar por una mayor equidad, inclusión y diversidad.
Desafíos y expectativas en la nueva etapa
El rector saliente, Jaume Puy, reconoció que tras seis años y medio en el cargo aún quedan muchas tareas pendientes. A pesar de los logros alcanzados, algunos no han llegado a cumplir las expectativas debido a diversas circunstancias. Puy deseó a Balsells «ambición para hacer una universidad relevante» y le instó a actuar con decisión sobre lo que se puede cambiar mientras mantiene humildad ante lo que no es posible modificar en este momento.
Por su parte, Carmina Chia reafirmó su compromiso con el objetivo de Balsells: «evolucionar la UdL» para convertirla en una universidad arraigada en el territorio pero con vocación global. En este sentido, recordó que ciudades como Oxford y Cambridge tienen un tamaño similar al de Lleida y enfatizó la necesidad de ser una universidad de referencia más allá de las comarcas donde se encuentran los campus.
Un paso histórico hacia la igualdad
Chia también advirtió sobre la importancia de no conformarse con el statu quo: «Es necesario liderar la transformación y diseñar el futuro antes de que llegue y nos haga obsoletos». El presidente saliente del Consell Social, Delfí Robinat, describió sus ocho años en el cargo como los más enriquecedores de su carrera profesional, subrayando que la excelencia de la universidad no era suficientemente conocida.
Finalmente, Núria Montserrat celebró que hoy se haya hecho historia con la elección de una mujer como rectora al frente de la UdL. Para ella, esto representa un avance significativo en Lleida, rompiendo techos de cristal y reconociendo el liderazgo basado en la meritocracia. Antes del acto, Montserrat anunció que el grupo trasladado del grado de Medicina a Igualada será accesible a estudiantes del sexto curso que deseen participar voluntariamente a partir del próximo año académico.
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