Vivienda: 310 euros
Alquilando una habitación solo 5 días al mes a 35 euros la noche, plataformas como Wimdu.es te permiten ahorrar hasta 175 euros. Además, dentro de tu vivienda, otras empresas como Letmespace te permiten alquilar trasteros y plazas de parking entre particulares de tu zona. Las ganancias, en este caso, pueden sumar los 125 euros al mes. Por último, para compartir la red WiFi de casa, se puede usar de una forma totalmente legal Fon; la cual nos permite ganar 10 euros.
Transporte: 480 euros
Es el otro sector clave de la sharing economy. Gracias a plataformas como Blablacar, se puede compartir coche, incluso para ir al trabajo. A pesar de gastar unos 60 euros en gasolina, con solo dos pasajeros que paguen un euro el trayecto, puedes conseguir hasta 80 euros al mes. Además, la plaza de aparcamiento que dejas vacía en tu edificio mientras estás en el trabajo la puedes alquilar a través de WeSmartPark, una forma inteligente que te generará hasta 250 euros. Por último, si quieres alquilar tu bicicleta, puedes usar Spinlister. Compartiéndola solo seis veces al mes, a 25 euros el día, puedes ganar hasta 150 euros.
Comidas y otros servicios: 220 euros
Para los amantes de la comida casera, VizEat permite compartir una cena entre particulares. Con solo preparar un buen plato de comida un par de veces al mes, a 20 euros por comensal, puedes acumular unos 100 euros. Para seguir conociendo a gente, otra opción interesante es Withlocals, una aplicación que permite contactar con grupos de turistas para enseñarles tu ciudad. Con tan solo unos tours, a unos 20 euros por visita, los ingresos que se calculan son unos 100 euros. Y por último, si hay algo que no usas o no te hace falta, también puedes venderlo. Wallapop pone a tu disposición la posibilidad de traspasar productos de segunda mano. ¿Hay algo de lo que te puedas desprender por unos 20 euros?
Si lo sumas todo, las cuentas dan alrededor de 1.010 euros. Estas son unas ganancias habituales por solo usar menos de 9 webs o apps al mes. Cada vez hay más compañías que se lanzan a la piscina de la economía colaborativa, tanto empresas nuevas cuya base se centra en este concepto, como otras más consolidadas que han sabido adaptarse a los nuevos tiempos.