Un reciente estudio ha puesto de manifiesto que la instalación de hidrófonos en aguas poco profundas alrededor de islas volcánicas, como las Canarias, podría mejorar significativamente la vigilancia y el análisis de la actividad sísmica en estas zonas. La investigación, publicada en la revista Scientific Reports de la editorial Nature, fue realizada por un equipo de científicos de la Universidad de La Laguna, el Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC), el Instituto Geográfico Nacional (IGN) y la Universidad de Concepción de Chile. Este método promete proporcionar datos cruciales para ayudar a las autoridades en la toma de decisiones, facilitando respuestas tempranas y organizadas ante posibles erupciones.
Los archipiélagos volcánicos, como las Islas Canarias, son propensos a experimentar actividad sísmica vinculada a movimientos magmáticos y procesos eruptivos. Sin embargo, las redes sísmicas terrestres en estas islas presentan una distribución limitada, lo que puede afectar la precisión en la localización de terremotos. La monitorización acústica pasiva mediante hidrófonos flotantes cerca del fondo marino se presenta como una alternativa eficaz para detectar sismicidad en áreas remotas o difíciles de acceder. Además, esta técnica resulta más económica y fácil de instalar y mantener que los sismómetros oceánicos tradicionales.
Innovación durante la erupción del volcán Tajogaite
Durante la erupción del volcán Tajogaite, se desplegó un hidrófono con el objetivo de analizar los cambios en el paisaje sonoro marino cercano a la zona afectada. En este estudio participó el investigador postdoctoral Jesús Alcázar-Treviño, quien instaló el sensor acústico submarino a 77 metros de profundidad y a 7 km de distancia de la chimenea volcánica. Los datos obtenidos durante y después de la erupción fueron comparados con los registros de la red sísmica terrestre y la base de datos del IGN, identificando un total de 712 señales acústicas compatibles con eventos sísmicos.
La comparación entre los datos recogidos por los sensores submarinos y terrestres demostró que los hidrófonos eran capaces de captar señales sísmicas volcanotectónicas similares a las registradas por los sismómetros en tierra. Estas señales se caracterizan por pulsos dobles que corresponden a terremotos volcanotectónicos. Además, se estableció una correlación directa entre el nivel de presión sonora registrado y las magnitudes sísmicas calculadas desde tierra.
Poder predictivo y gestión del riesgo volcánico
Los resultados indican que la hidroacústica en aguas poco profundas es una herramienta efectiva para detectar y estimar magnitudes sísmicas en territorios volcánicos. Por ello, los investigadores sugieren integrar esta monitorización acústica pasiva marina con las estaciones sísmicas terrestres para optimizar el seguimiento integral de la actividad sísmica en estas regiones.
En conclusión, un sistema integrado como este podría mejorar notablemente nuestra comprensión y gestión del riesgo asociado a fenómenos volcánicos y sísmicos en entornos insulares y costeros. Este estudio ha sido financiado a través del Programa Catalina Ruiz del Gobierno de Canarias y el Ministerio de Ciencia e Innovación, además del apoyo colaborativo entre diversas instituciones científicas.
Unidad de Cultura y Divulgación Científica (Cienci@ull)