Adela Cortina: “Los algoritmos no deciden nada, quienes toman las decisiones somos los seres humanos”
La catedrática emérita de Ética y Filosofía Política en la Universitat de València, Adela Cortina, ha sido una de las voces destacadas en el congreso titulado ‘Humanidad y algoritmos: reflexiones bioéticas sobre la IA’, celebrado en la Universidad Católica de Valencia (UCV). Durante su intervención, Cortina abordó el marco ético necesario para una inteligencia artificial confiable, enfatizando que esta herramienta puede ser beneficiosa para los seres humanos y que es un deber moral asumir su uso.
Sin embargo, subrayó que los sistemas de inteligencia artificial “no son autónomos ni ontológicamente ni éticamente”, sino que actúan únicamente de manera funcional. Cortina hizo hincapié en que “los algoritmos no deciden nada; quienes toman las decisiones somos los seres humanos”, instando a la necesidad de revisar cualquier decisión que afecte a una persona por parte de otro ser humano. La responsabilidad sobre nuestro entorno debe recaer en nosotros, resaltó.
Ética y regulación en la inteligencia artificial
Cortina también destacó la importancia de la “explicabilidad” en las decisiones algorítmicas y abogó por una distribución justa de los beneficios derivados de la inteligencia artificial, así como por su impacto en el ámbito laboral. En este contexto, elogió el trabajo realizado por la Unión Europea en cuanto a la regulación de la IA, señalando que ha establecido marcos éticos y principios jurídicos centrados en el ser humano.
La académica mencionó que estas directrices se fundamentan en principios bioéticos como “no maleficencia, beneficencia, autonomía y justicia”, añadiendo conceptos como “explicabilidad”, “rendición de cuentas” y “protección de la naturaleza”. Su intervención fue complementada por otros expertos presentes en el congreso.
Una mirada crítica hacia la inteligencia artificial
El rector de la UCV, José Manuel Pagán, abrió el evento instando a fomentar una educación crítica respecto a la inteligencia artificial. Subrayó que es fundamental que “la ética esté siempre presente” en esta discusión para garantizar un progreso auténtico al servicio del bien común. Asimismo, enfatizó que las universidades deben formar conciencias capaces de discernir entre lo correcto e incorrecto.
Por su parte, Julio Tudela, director del Observatorio de Bioética, hizo un llamado urgente a abordar los desafíos éticos planteados por la inteligencia artificial desde una perspectiva bioética. Insistió en que el análisis ético debe avanzar al mismo ritmo que las tecnologías para evitar que los riesgos superen las oportunidades.
Desafíos éticos y humanos en medicina
Durante una mesa redonda dedicada a ‘IA: Innovación, Derecho y futuro’, Federico de Montalvo, profesor de Derecho Constitucional, reflexionó sobre la relación médico-paciente ante el avance tecnológico. Afirmó que si se elimina al médico del proceso, el paciente podría sufrir daños significativos. Resaltó que “la medicina es una relación interpersonal” donde el contacto humano es esencial para mejorar tanto la adherencia como los resultados clínicos.
Luis Echarte, profesor titular de Humanidades y Ética Médica, también participó en esta discusión advirtiendo sobre los peligros del “tecnoautonomismo médico”, donde se podría desplazar el control clínico hacia algoritmos. Echarte concluyó subrayando que aunque la IA puede ser útil, nunca debería reemplazar el juicio moral o el trato individualizado del médico.
Preocupaciones sobre datos sanitarios europeos
José María Domínguez, presidente de la Comisión Central de Deontología del Consejo Oficial del Colegio de Médicos de España, expresó su preocupación por el sistema de “consentimiento presunto” implementado en el Espacio Europeo de Datos Sanitarios. Considera alarmante cómo estos datos pueden incluir información no solo clínica sino también social y genómica, lo cual representa una intromisión significativa en la vida privada.
A lo largo del congreso se discutieron diversas perspectivas sobre cómo enfrentar los retos éticos asociados con la inteligencia artificial y se enfatizó en mantener siempre un enfoque centrado en las personas frente a los avances tecnológicos.