El Grupo de Ecología Aplicada y Teledetección (GEAT) de la Universidad de León ha lanzado un llamado urgente sobre la importancia de proteger el suelo afectado por incendios forestales. A través de su catedrática de Ecología, Elena Marcos, el grupo enfatiza que es crucial actuar con rapidez y rigor científico tras estos desastres, priorizando la conservación del suelo para asegurar la recuperación de los ecosistemas devastados.
Marcos subraya que los primeros meses después del fuego son “críticos” y advierte que “ningún árbol puede prosperar si el suelo que lo sostiene ha perdido sus propiedades”. Esta afirmación resalta la necesidad de una gestión cuidadosa y planificada en las áreas afectadas, ya que intervenciones sin supervisión técnica pueden agravar los daños existentes.
La Protección del Suelo como Prioridad Post-Incendio
Los incendios recientes en Castilla y León, que han arrasado más de 140.000 hectáreas, han puesto en evidencia un aspecto frecuentemente ignorado: la conservación del suelo. La profesora Marcos destaca que “la protección del suelo debe situarse en el centro de las estrategias de gestión post-incendio”. La falta de atención a este recurso vital puede llevar a consecuencias irreversibles para el medio ambiente.
Desde el GEAT se explica que el fuego afecta principalmente a la capa superficial del suelo, donde reside la materia orgánica y los nutrientes esenciales. Las consecuencias más severas incluyen la pérdida de fertilidad, aumento de la repelencia al agua y un mayor riesgo de erosión. Esto no solo compromete la regeneración natural del bosque, sino que también impacta negativamente en ríos y ecosistemas acuáticos.
Estrategias para Mitigar Impactos Ecológicos
Para contrarrestar estos efectos adversos, los investigadores recomiendan implementar medidas tempranas de restauración. Estas incluyen barreras vegetales, acolchado con paja y siembras de especies fijadoras. Sin embargo, insisten en que todas estas acciones deben llevarse a cabo bajo estricta supervisión técnica para evitar intervenciones improvisadas que puedan resultar perjudiciales.
El grupo GEAT utiliza imágenes satelitales junto con validaciones en campo para elaborar mapas precisos que permitan identificar las zonas más afectadas por los incendios. De esta manera, se pueden priorizar las áreas donde es más urgente actuar. Además, proponen la creación de un fondo de emergencia específico destinado a facilitar acciones inmediatas tras un incendio forestal, evitando así retrasos burocráticos.
Un Llamado a la Conciencia Colectiva sobre el Suelo
La profesora Elena Marcos concluye destacando que “el suelo no es un recurso inagotable”, sino un patrimonio frágil fundamental para la biodiversidad y la agricultura. Tras un incendio, su cuidado debe ser una prioridad colectiva. Comprenderlo y gestionarlo adecuadamente permitirá no solo restaurar los ecosistemas afectados, sino también establecer una relación más responsable con uno de los recursos más esenciales para la vida en nuestro planeta.