Jean-Luc Mélenchon, líder del movimiento Francia Insumisa, se dirigió a un abarrotado salón de actos en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense, donde instó a los estudiantes a comprometerse activamente para moldear el futuro. En el marco de la inauguración de las jornadas “Geopolítica de la policrisis”, organizadas por diversas entidades, Mélenchon enfatizó: “El futuro no es lo que va a ocurrir, es lo que vamos a hacer”.
Previo a su intervención, el catedrático de Geografía Política, Heriberto Cairo, explicó que el término “policrisis” se refiere al entrelazamiento de múltiples crisis, no simplemente a una acumulación de ellas. Entre estas crisis se encuentran la climática, sanitaria y bélica, destacando conflictos como los de Sudán y Ucrania, así como el genocidio en Gaza.
Erika González, coordinadora de Ecologistas en Acción, subrayó una crisis adicional en Europa, donde se ha producido un giro hacia un “capitalismo verde militar” tras la invasión rusa a Ucrania, priorizando estrategias defensivas y competitivas. Por su parte, el politólogo Jaime Pastor, redactor de Viento Sur, argumentó que esta policrisis revela una crisis más profunda del modelo civilizatorio capitalista que amenaza con llevar al planeta hacia una catástrofe global.
Análisis del Capitalismo desde el Materialismo Histórico
Mélenchon recordó su propia experiencia como estudiante y su compromiso con la ideología del materialismo histórico. Según él, esta perspectiva sostiene que la humanidad está compuesta por seres sociales y culturales. Desde su visión marxista, afirmó que “el capital no se define como una cosa, sino como un proceso”, integrando toda actividad humana.
Añadió que factores como el espacio son cruciales en este proceso, ya que representan la acumulación capitalista. Con más de ocho mil millones de habitantes actualmente, destacó la importancia de las ciudades como centros donde deben existir redes colectivas para garantizar servicios básicos como agua y energía.
Mélenchon también mencionó otros elementos relevantes en este proceso capitalista: el número creciente de habitantes y el control del tiempo. Este último aspecto es fundamental porque “quien controla el tiempo, controla tu vida”. Asimismo, resaltó las tareas de reproducción social necesarias para reconocer la vida humana.
Pautas para una Revolución Ciudadana
A partir de su análisis del capitalismo y siguiendo los postulados de su libro ¡Ahora el pueblo!, Mélenchon propuso que aquí están las bases para una revolución ciudadana centrada en transferir el control de los poderes oligárquicos al pueblo. Dirigiéndose directamente a los estudiantes, les recordó que son “la primera generación enfrentándose al desafío del cambio climático”, un fenómeno irreversible que transformará radicalmente la organización social actual.
Mélenchon instó a los jóvenes a comprometerse filosóficamente con esta causa porque “sólo viviendo comprometidos se construyen verdaderamente como seres humanos”. La revolución necesaria implica varias fases; la primera es la instituyente, donde se toma conciencia colectiva y se inicia una lucha abierta contra la oligarquía.
Aseguró que Francia está actualmente en esta fase revolucionaria junto con algunos países asiáticos. La segunda fase es constituyente; aquí, el pueblo reconoce que los poderes fácticos no actúan en su beneficio y decide organizar un nuevo modelo gubernamental. Para esta etapa es esencial tener claridad sobre la realidad y contar con una teoría sólida: “sine theory practice is blind; without practice theory is absurd", citando a Kant.