En la 28° edición de Cátedra Europa, el investigador español José Jaime Baldoví, director del grupo Smart Material del Instituto de Ciencia Molecular (ICMol) de la Universitat de València, ofreció una charla titulada “Bohr: la mente detrás del átomo, el legado de Niels Bohr” en el Coliseo Los Fundadores.
Baldoví enfatizó cómo la nanociencia y los nuevos materiales tienen el potencial de transformar la vida cotidiana. Según él, estos elementos han sido fundamentales en la historia de la humanidad. “Si reflexionamos sobre las eras, desde la Edad de Piedra hasta la Edad del Silicio, cada una ha definido un periodo significativo. Actualmente, estamos inmersos en esta era del silicio que ha revolucionado tanto la computación como nuestras interacciones sociales”, afirmó con convicción.
Durante su exposición, el conferencista abordó los límites impuestos por las leyes de la física clásica en relación con la miniaturización de la tecnología. “A medida que reducimos el tamaño de los microchips a escalas nanométricas, nos encontramos en un ámbito donde la física clásica deja de ser aplicable. Aquí es donde entran en juego las propiedades cuánticas, como el espín de los electrones, para continuar innovando”, advirtió Baldoví.
El impacto del legado de Niels Bohr
Baldoví desarrolló sus ideas tomando como referencia a Niels Bohr (1885-1962), quien fue galardonado con el Premio Nobel de Física en 1922 y es considerado un pionero en la comprensión de la estructura atómica y la mecánica cuántica. El físico danés sentó las bases para comprender mejor la materia al proponer un modelo atómico que transformó nuestra visión del mundo material. “El legado de Bohr es pensar más allá de los límites establecidos y reconocer que lo invisible a nuestros ojos rige gran parte de nuestra realidad”, destacó Baldoví.
Asimismo, el investigador subrayó la importancia creciente de los materiales bidimensionales y magnéticos para el futuro de la electrónica y computación. Resaltó sus ventajas frente a los desafíos actuales: “Los materiales 2D funcionan como piezas de Lego, integrándose con el silicio y permitiendo así dispositivos económicos y tecnologías cuánticas”, explicó.
Mantener viva la curiosidad científica
A través de su charla, Baldoví no solo acercó a estudiantes y docentes al pensamiento innovador de Bohr, sino que también les instó a reflexionar sobre los retos que enfrenta la ciencia en el siglo XXI. Concluyó su intervención invitando a todos a pensar más allá de lo cotidiano: “Lo esencial es mantener viva la curiosidad y tener una mente abierta. La ciencia no solo explica nuestro entorno; también nos ayuda a imaginarlo desde nuevas perspectivas”.