La académica de SOAS, Universidad de Londres, Fareda Banda, ha instado a replantear la enseñanza del derecho integrando el arte, la literatura y la experiencia humana. En su intervención durante el IV Congreso ‘La universidad en el siglo XXI: igualdad sustantiva y cambios culturales en la academia jurídica’, organizado por la Red ALAS en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, Banda destacó la importancia de abrir las aulas a voces que han sido históricamente silenciadas por el racismo, el patriarcado y la exclusión.
“Los derechos humanos también se cuentan. Son historias sobre personas y cómo el derecho puede —o no— protegerlas”, afirmó Banda, quien es reconocida internacionalmente en temas de igualdad y justicia de género. La profesora propuso unir derecho y literatura como herramientas pedagógicas y de activismo, subrayando que “la literatura es una vía para comprender la ley viva, la que se practica, no solo la que está escrita; permite mirar quién tiene poder, quién no lo tiene y por qué”.
Evolución del concepto de interseccionalidad
Banda revisó el desarrollo del concepto de interseccionalidad, introducido por Kimberlé Crenshaw, hasta su inclusión en documentos de la ONU en 2000. Recordó que las múltiples formas de discriminación —por raza, género, discapacidad o clase— siguen afectando el acceso a la justicia. “El derecho tiende a pensar en categorías únicas, pero la vida no ocurre en compartimentos estancos”, enfatizó.
Para Banda, transformar la enseñanza jurídica implica crear un espacio de diálogo plural. “El aula debe ser un lugar seguro para disentir. Allí se aprende a mirar de nuevo, a dudar del sentido común y a nombrar lo que ha sido invisible”, agregó.
Arte como herramienta para los derechos humanos
Durante su conferencia, Banda presentó ejemplos donde el arte y la narrativa facilitan la defensa de los derechos humanos. Mencionó historias de madres lesbianas, women with disabilities, y activistas asiáticas que desafían los estereotipos establecidos. “Leer sobre otras vidas nos obliga a viajar al mundo de las y los otros; solo así el derecho puede transformarse”, afirmó con convicción.
Cerrando su intervención, Banda hizo un llamado a construir solidaridades transnacionales. “Las desigualdades se viven de modos distintos, pero se reconocen las unas en las otras. No hay justicia sin empatía”, concluyó.
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