El futuro del trabajo, según el estudiante de doctorado Benjamin Manning, está intrínsecamente ligado al papel que desempeñará la inteligencia artificial (IA) en nuestras vidas. Manning, quien cursa su doctorado en la MIT Sloan School of Management, plantea interrogantes cruciales sobre cómo diseñar sistemas de IA que comprendan nuestras preferencias y las implicaciones de permitir que estas tecnologías tomen decisiones en nuestro nombre.
Su investigación se centra en el diseño y evaluación de agentes de inteligencia artificial que actúan representando a las personas, así como en cómo su comportamiento puede influir en los mercados y las instituciones. Con un máster en políticas públicas por la Harvard Kennedy School y una licenciatura en matemáticas por la Washington University en St. Louis, Manning ha forjado un camino académico decidido tras trabajar como asistente de investigación.
Un entorno propicio para el aprendizaje
Manning destaca que no hay mejor lugar que el MIT para estudiar economía y ciencias computacionales. “Los ganadores del Premio Nobel y del Premio Turing están por todas partes”, afirma. La libertad que ofrece el grupo de IT le ha permitido explorar ambos campos sin restricciones. La aceptación en esta prestigiosa institución fue un momento decisivo para él.
Con la mirada puesta en el futuro, espera obtener un puesto docente en una escuela de negocios, donde pueda replicar el tipo de trabajo que realizan sus mentores en MIT Sloan. “Incluso en mi cuarto año, sigue siendo surrealista ser estudiante del MIT. No creo que esa sensación desaparezca nunca”, confiesa con entusiasmo.
Aprendizaje acelerado y nuevas perspectivas
Refiriéndose a su experiencia académica, Manning señala que nunca imaginó aprender tanto en tan poco tiempo: “Es una exageración decir que aprendí más en mi primer año como candidato a doctorado que en todos mis cuatro años de pregrado”. A pesar del ritmo intenso, considera gratificante enfrentarse a tantas ideas novedosas, lo cual le ha proporcionado las herramientas necesarias para realizar investigaciones innovadoras en economía e IA.
Para Manning, el futuro del trabajo no solo implica entender cómo actúa la IA a nuestro favor, sino también mejorar radicalmente la forma en que se lleva a cabo el descubrimiento científico social. Su agenda de investigación incluye explorar hasta qué punto los sistemas de IA pueden simular respuestas humanas. Imagina un futuro donde los investigadores puedan probar millones de simulaciones conductuales rápidamente, permitiendo prototipos experimentales ágiles y la identificación de direcciones investigativas prometedoras antes de invertir recursos significativos en estudios con humanos.
La IA como amplificador del conocimiento humano
Manning enfatiza que este enfoque no busca reemplazar la intuición humana, sino amplificarla: “Los científicos podrán centrarse en formular mejores preguntas, desarrollar teorías e interpretar resultados mientras la IA se encarga del pesado trabajo computacional”. Está entusiasmado ante la posibilidad de avanzar hacia un mundo donde la velocidad del entendimiento se acerque al ritmo del cambio económico.