Un reciente estudio realizado por la Universidad Loyola, en el que ha participado el profesor Jesús Maya, ha revelado cómo la terapia familiar y el psicodrama pueden contribuir a disminuir los comportamientos problemáticos en adolescentes. Esta investigación, titulada «Therapeutic Process Through an Analysis of Significant Events in Psychodramatic Family Therapy», ha sido publicada en la reconocida revista de terapia familiar Family Process.
El psicodrama, un enfoque terapéutico que combina elementos de la psicología, el teatro y la sociología, se centra en explorar y resolver problemas emocionales mediante la dramatización de situaciones conflictivas. Por su parte, la terapia sistémica aborda las disfunciones familiares conceptualizando los problemas como dinámicas en las que todos los miembros están involucrados, lo que permite que cada uno aporte a la solución.
Análisis de Momentos Clave en Terapia
El estudio examinó momentos significativos durante sesiones de terapia sistémica y psicodrama, evaluando un total de 14 grupos multifamiliares compuestos por 122 adolescentes y 107 padres en Andalucía. Se identificaron seis tipos de momentos cruciales, destacando aspectos como la representación de escenas, la dramatización de conflictos y la expresión emocional dentro de los grupos terapéuticos. Los hallazgos sugieren que estos momentos son esenciales para fomentar cambios positivos tanto en los adolescentes como en sus familias.
Jesús Maya, quien es doctor en Psicología y profesor del Departamento de Psicología de la Universidad Loyola, se especializa en psicodrama y terapia familiar sistémica. Ha estado involucrado en múltiples proyectos de investigación a nivel nacional e internacional enfocados en familias en riesgo y violencia filio-parental. Su trayectoria incluye estancias en instituciones prestigiosas como el Prevention Science Institute de la Universidad de Oregón.
Perspectivas Futuras de Investigación
A medida que avanza esta línea de investigación, se busca profundizar en la comprensión de los mecanismos que facilitan el cambio terapéutico. El objetivo es optimizar las intervenciones para mejorar los resultados terapéuticos en contextos familiares con adolescentes que presentan conductas problemáticas.