La resistencia a los antibióticos es un problema de salud global que causa la muerte de 1,2 millones de personas al año. En España, esta cifra asciende a 20.000 muertes anuales. Según el catedrático de Sanidad Animal en la Universidad Complutense, Bruno González-Zorn, se anticipa que nuestro país experimentará un aumento significativo en la resistencia a estos medicamentos en los próximos años, abarcando no solo bacterias, sino también hongos. Para abordar esta problemática, se ha iniciado el curso titulado “One Health y resistencia a los antibióticos”, que se lleva a cabo en el Cuartel de Inválidos y Voluntarios a Caballo de San Lorenzo de El Escorial.
González-Zorn destaca que las bacterias han estado luchando naturalmente con sus propios antibióticos durante millones de años, adaptándose progresivamente a ellos. Desde el descubrimiento de la penicilina por Alexander Fleming en 1928, el uso intensivo de antibióticos ha llevado a una creciente resistencia bacteriana. Este fenómeno se ha visto agravado por la falta de nuevos antibióticos; según el catedrático, no se ha desarrollado ninguna nueva molécula en más de tres décadas y actualmente no hay empresas farmacéuticas grandes dedicadas a este campo debido a razones económicas: “No es rentable”.
Estrategia One Health y su impacto global
A partir del año 2016, cuando la ONU dedicó una sesión especial al tema, se ha implementado una estrategia global conocida como One Health, que integra la salud humana, animal y medioambiental. Esta iniciativa ha mostrado resultados positivos en países avanzados mediante el control del uso de antibióticos tanto en humanos como en animales. Sin embargo, su impacto sigue siendo limitado en otras regiones del mundo. González-Zorn enfatiza que los esfuerzos locales tienen escaso sentido en un mundo tan interconectado.
Pese a la gravedad del asunto, el catedrático mantiene un enfoque optimista: “Hay muchas cosas que se pueden hacer y nunca antes había habido tanta atención hacia la visión One Health”. Entre las acciones propuestas se incluyen aumentar las pruebas diagnósticas rápidas para asegurar prescripciones adecuadas de antibióticos y llevar a cabo campañas de vacunación continuas durante toda la vida. Además, es crucial prestar atención especial a zonas afectadas por conflictos bélicos, donde las resistencias tienden a proliferar.
Iniciativas para fomentar la investigación farmacéutica
Una medida esencial es incentivar a las empresas farmacéuticas para que inviertan en la investigación de nuevos antibióticos sin resistencia previa. La Unión Europea ya ha comenzado a implementar estas iniciativas. González-Zorn subraya que este tipo de medidas requieren colaboración entre economistas y científicos para desarrollar modelos viables. En este contexto, resalta que para abordar efectivamente cualquier enfermedad desde la perspectiva One Health son necesarios conocimientos multidisciplinarios provenientes tanto de las ciencias experimentales como sociales y humanísticas.