El Programa de Aprendizaje Servicio (ApS), impulsado por la Universidad de La Laguna y el Cabildo de Tenerife, en colaboración con la Consejería de Educación y Universidades del Gobierno de Canarias, ha llevado a cabo un ciclo formativo destinado a mejorar la convivencia en los centros educativos de todo el archipiélago. Esta iniciativa se desarrolló durante el primer cuatrimestre de 2025, con sesiones organizadas en los centros del profesorado canarios, logrando reunir a más de 400 docentes.
La formación fue dirigida por María A. Gabino Campos, directora académica del Programa ApS de la ULL. Durante las sesiones, se exploraron los principios fundamentales del ApS, una metodología que integra el aprendizaje curricular con actividades de servicio a la comunidad, fomentando así la participación activa, la responsabilidad social y el respeto en el entorno escolar.
Herramientas para una educación inclusiva
Los docentes participantes tuvieron la oportunidad de adquirir herramientas prácticas para diseñar proyectos que promuevan la inclusión, la ciudadanía activa, el diálogo y la cooperación en las aulas. Este enfoque permite abordar necesidades sociales reales desde una perspectiva educativa, equipando a los educadores con estrategias efectivas para enfrentar los desafíos contemporáneos.
Esta acción formativa es parte del compromiso del Programa ApS ULL-Cabildo de Tenerife hacia una educación transformadora e innovadora. Se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y se centra en valores como la justicia social, la equidad y la convivencia. El objetivo es dotar a los centros educativos de estrategias que contribuyan a construir comunidades escolares más cohesionadas, solidarias y resilientes.
Impacto en las comunidades educativas
El éxito del programa radica no solo en su capacidad para formar a los docentes, sino también en su potencial para generar un impacto positivo en las comunidades educativas. Al integrar el aprendizaje con el servicio comunitario, se busca crear un ambiente escolar donde todos los estudiantes puedan participar activamente y desarrollar habilidades esenciales para su futuro.
Con esta iniciativa, se espera que los centros educativos no solo mejoren su convivencia interna, sino que también se conviertan en agentes activos de cambio dentro de sus comunidades locales. La formación recibida por los educadores será fundamental para implementar proyectos que respondan a las realidades sociales y culturales específicas de cada entorno educativo.