La universidad se presenta como un espacio fundamental no solo para adquirir conocimientos, sino también para forjar lazos, desarrollar identidades y explorar nuevas formas de interacción con el entorno. En una reciente emisión del programa radial Sanemos Juntos, se discutieron “Tips para el disfrute de la vida universitaria” con la participación de Peggy Katherine Ceballos Rosero, trabajadora social y profesora de la Universidad del Valle.
Ceballos, quien cuenta con una maestría en Salud Pública, compartió su experiencia acompañando a estudiantes de diversas regiones del Valle del Cauca y del país. Aportó valiosas claves para afrontar esta etapa vital con más herramientas y consciencia, enfatizando la importancia de disfrutarla.
Adaptación a la Vida Universitaria
Para muchos jóvenes, el inicio en la universidad significa dejar atrás un entorno familiar conocido y enfrentarse a un nuevo mundo lleno de desafíos. Este cambio puede ser tanto emocionante como abrumador, especialmente para aquellos que provienen de municipios lejanos. La adaptación no solo es académica, sino también cultural y emocional.
“El entorno universitario está cargado de significados. No se trata simplemente de aprender una carrera; es sobre construir nuevas formas de habitar y relacionarse”, señala Ceballos.
Manejo Emocional en la Universidad
Los retos son significativos: las exigencias académicas aumentan, así como la presión familiar y las decisiones que antes eran tomadas por otros. Esto genera emociones intensas como miedo, ansiedad e inseguridad. Lo esencial no es evitar estas emociones, sino aprender a gestionarlas adecuadamente.
Disfrutar la vida universitaria implica reconocer que los retos existen, pero también hay maneras más amables y conscientes de enfrentarlos. El autoconocimiento juega un papel crucial; entender cómo reaccionamos ante el estrés o qué nos motiva permite actuar con mayor claridad.
Redes de Apoyo y Hábitos Saludables
Las redes de apoyo son fundamentales en este proceso; amistades, docentes y programas institucionales ofrecen un soporte valioso. Buscar ayuda no debe verse como una debilidad, sino como una responsabilidad emocional necesaria.
A menudo subestimamos los hábitos diarios; sin embargo, dormir bien, mantener una alimentación equilibrada y organizar nuestro tiempo son prácticas esenciales para sostener nuestro bienestar físico y mental.
Toma de Decisiones Conscientes
La toma de decisiones informadas sobre qué estudiar y cómo hacerlo contribuye a sentir que estamos construyendo nuestro propio camino en lugar de cumplir expectativas ajenas. Este proceso también afecta a las familias, quienes deben adaptarse a un nuevo rol: acompañar desde una distancia respetuosa.
La comunicación genuina es clave; generar conversaciones profundas sobre lo que sienten los estudiantes puede fortalecer los vínculos familiares durante esta transición.
Formación Integral en Salud Emocional
En instituciones como la Universidad del Valle se ha reconocido que la formación integral incluye aspectos emocionales y relacionales. Se promueven asignaturas como “Habilidades para la Vida”, donde los estudiantes desarrollan competencias esenciales como empatía, toma de decisiones y manejo del estrés.
A través de técnicas concretas como respiración consciente o atención plena, los estudiantes adquieren herramientas efectivas para cuidar su salud mental. Es crucial entender que la salud mental es un asunto colectivo que se construye en las relaciones interpersonales y el ambiente educativo.
Conclusión: Disfrutando los Retos Universitarios
A pesar de los días difíciles que pueden presentar la vida universitaria, también hay espacio para risas, descubrimientos y amistades profundas. En definitiva, disfrutar esta etapa no significa ignorar los desafíos; se trata más bien de aprender a afrontarlos con consciencia y apoyados por redes sólidas.