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Cambio climático

El cambio climático amenaza la alimentación del oso pardo cantábrico
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El cambio climático amenaza la alimentación del oso pardo cantábrico

jueves 18 de septiembre de 2025, 18:00h

El cambio climático modificará los bosques que sustentan al oso pardo cantábrico, afectando su alimentación. Se prevé la reducción de especies atlánticas y el aumento de especies mediterráneas.

El cambio climático se perfila como una amenaza significativa para la composición de los bosques que proveen frutos secos al oso pardo cantábrico (Ursus arctos). Este fenómeno impactará especialmente durante la hiperfaxia, la fase previa a la hibernación en la que estos animales acumulan reservas energéticas esenciales para su supervivencia y reproducción. Así lo indica un estudio reciente publicado en la revista Frontiers in Forests and Global Change.

La investigación, que combina modelos de distribución de especies con proyecciones climáticas hasta el año 2100, evalúa el futuro de nueve especies productoras de frutos secos en la Cordillera Cantábrica. En este trabajo participa el profesor Emilio Díaz Varela, de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería del Campus de Lugo de la Universidad de Santiago de Compostela.

Impacto en las Especies Productoras de Frutos Secos

El análisis, realizado junto a investigadores de la Universidad de Granada, la Universidad de Oviedo y el Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad (IMIB-CSIC), pronostica una reducción notable en especies atlánticas como el fagus (Fagus sylvatica), la abeleira (Corylus avellana) y los carballos atlánticos (Quercus petraea, Q. robur). En contraposición, se anticipa una expansión de especies más termófilas y mediterráneas, tales como el castañeiro (Castanea sativa) y el sobreira (Quercus suber). Según los escenarios climáticos analizados, hasta un 25% del área actualmente ocupada por el oso pardo podría quedar sin acceso a estas especies productoras de frutos secos hacia finales del siglo XXI.

"Nuestros modelos muestran que especies como el haya y los carballos atlánticos verán drásticamente reducida su presencia, mientras que el castaño y las encinas podrán expandirse, sobre todo en áreas occidentales y meridionales de la Cordillera Cantábrica", explican los investigadores. A pesar de que el oso posee una gran plasticidad alimenticia y capacidad de movimiento, esta simplificación del mosaico forestal podría incrementar su dependencia de recursos menos estables. En años con baja producción natural, esto podría intensificar su búsqueda por alimentos procedentes del ser humano.

Estrategias para Mitigar el Impacto del Cambio Climático

A fin de mitigar estos efectos adversos, el estudio propone diversas acciones concretas relacionadas con el manejo forestal. Entre ellas se incluyen la plantación estratégica de castaños alejados de núcleos habitados, así como la restauración de hábitats mixtos que combinen tanto especies atlánticas como mediterráneas. Además, se sugieren prácticas silviculturales destinadas a favorecer la productividad de los rebolos (Quercus pyrenaica). Esta investigación forma parte del proyecto europeo LIFE "Osos con Futuro" (LIFE19 NAT/É/000913), financiado por la Unión Europea y coordinado por la Fundación Oso Pardo, con apoyo adicional del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno español.

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