Jack Carson, estudiante de segundo año en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), ha sido galardonado recientemente con el Premio Elie Wiesel en Ética. Este joven, que se especializa en ingeniería eléctrica y ciencias computacionales, ha demostrado que es posible combinar la rigurosidad técnica con una profunda reflexión filosófica.
A pesar de su apretada agenda académica, Carson ha logrado destacar como un líder activo en diversas iniciativas dentro del MIT, incluyendo su participación en Impact@MIT y como compañero de Responsabilidad Social y Ética en Computación (SERC) en el Colegio Schwarzman de Ciencias Computacionales. Su compromiso con la ética y la responsabilidad social es evidente a través de su ensayo premiado titulado “We Know Only Men: Reading Emmanuel Levinas On The Rez”, donde explora las similitudes éticas entre el pensamiento judío y cherokee.
Explorando la Ética Tras la Catástrofe
El ensayo de Carson conecta su hogar en Adair County, Oklahoma, con el pueblo francés de Le Chambon sur Lignon, famoso por proteger a miles de refugiados judíos durante la ocupación nazi. En una reciente entrevista, Carson reflexionó sobre cómo surgió su interés por este tema: “Fue un insight que me llegó mientras luchaba con la lectura de Levinas”, confesó. A medida que profundizaba en las enseñanzas del filósofo judío, comenzó a ver paralelismos entre las culturas desplazadas y sus respectivas respuestas éticas ante situaciones críticas.
La obra de Levinas enfatiza la importancia de actuar ante la necesidad del “Otro”, un concepto que Carson relaciona con su experiencia al observar cómo las comunidades nativas americanas también responden rápidamente ante situaciones difíciles. “A veces puedes pensar tanto que terminas sin ayudar a quienes realmente lo necesitan”, advierte.
Reflexiones sobre la Esperanza Radical
Una de las preguntas más impactantes planteadas por Carson es: “¿Qué hacer después de una catástrofe?”. Aunque admite no tener respuestas definitivas, destaca la necesidad de mantener una “esperanza radical” que no depende de evidencias tangibles. Según él, catástrofes como el Holocausto o el Sendero de Lágrimas no solo destruyen vidas, sino que desmantelan sistemas enteros de significado cultural.
Citando al autor Jonathan Lear y su obra “Esperanza Radical”, Carson explica cómo algunos líderes indígenas han enfrentado pérdidas devastadoras manteniendo una conexión espiritual con su cultura. Esta idea resuena profundamente con él: “Después de una catástrofe, puede parecer que ‘nada sucede’, pero esa falta de sentido es parte del desafío”. La esperanza radical se convierte así en un faro para aquellos que buscan reconstruir sus vidas tras experiencias traumáticas.
Un Vínculo Cultural Profundo
Durante su visita a un cementerio comunitario cercano a Stilwell, Carson comparte un momento significativo con su abuelo al señalar las tumbas que albergarán a sus ancestros y eventualmente a ellos mismos. Este sentido de pertenencia le otorga una perspectiva única sobre su identidad cultural: “Conocer dónde estaré enterrado junto a mis ancestros es un gran regalo”, afirma. Este vínculo le proporciona una conexión vital con sus raíces y un sentido claro de propósito dentro de su comunidad.
A pesar de ser un estudiante enfocado en ingeniería y matemáticas, Carson subraya la relevancia crítica del estudio humanístico: “Las cuestiones éticas relacionadas con los avances tecnológicos son fundamentales para entender quiénes somos y qué nos debemos unos a otros”. Su visión aboga por una educación integral que combine disciplinas técnicas y humanísticas para abordar los desafíos contemporáneos desde múltiples ángulos.
En resumen, Jack Carson representa una nueva generación comprometida no solo con el avance tecnológico sino también con la reflexión ética necesaria para guiar ese progreso. Su enfoque demuestra que **la filosofía** y **la ética** son esenciales para navegar los complejos dilemas del mundo moderno.