La Universidad de León, en colaboración con el Museo Nacional de Ciencias Naturales, ha puesto en marcha un ambicioso proyecto titulado ‘Frontera cantábrica’. Esta iniciativa se centra en la recuperación de restos de fauna del Cuaternario en diversas cuevas de la provincia, con el objetivo de desentrañar una historia que abarca más de 30.000 años.
El proyecto busca llenar un vacío significativo en el conocimiento histórico y paleontológico del sur de la Cordillera Cantábrica. La primera campaña se llevará a cabo en ocho cuevas seleccionadas, donde se espera recuperar y estudiar tanto restos óseos paleontológicos como arqueológicos. La doctora Esperanza Fernández, profesora titular de Paleontología, lidera esta investigación junto al paleobiólogo Darío Fidalgo.
Un Proyecto Innovador y Multidisciplinar
Este esfuerzo cuenta con el respaldo institucional de la Junta de Castilla y León, que ha autorizado intervenciones en un total de 28 cavidades a lo largo de la provincia. El equipo multidisciplinario incluye expertos en arqueología, antropología, genética y geología. Según Fernández, la colaboración con el Grupo de Intervenciones en Altura (GRIA) y espeleólogos experimentados ha sido crucial para acceder a lugares difíciles y recuperar materiales que podrían haberse perdido.
“Desde que comenzamos a trabajar, hemos encontrado numerosos restos de fauna”, afirmó Fidalgo. Hasta ahora, los investigadores han documentado restos de al menos 29 osos y cabras montesas extintas, además de otros animales como rebecos, caballos y aves. Algunos ejemplares podrían tener más de 30.000 años, mientras que otros son relativamente recientes.
Tecnologías Avanzadas para el Estudio del Patrimonio
El proyecto incorpora tecnologías avanzadas como el escaneado en 3D, análisis de ADN antiguo e isótopos estables. Estas herramientas no solo permitirán conservar digitalmente el patrimonio, sino también realizar estudios comparativos a gran escala. Además, facilitarán la difusión pública y científica de los hallazgos mediante plataformas virtuales.
Aunque muchos restos provienen de simas naturales sin ocupación humana, hay evidencias que sugieren presencia humana en algunas cuevas. Por ello, es fundamental seguir protocolos legales para garantizar la conservación del patrimonio cultural.
Caminos por Delante: Análisis y Futuras Campañas
La campaña programada para agosto tendrá una duración aproximada de dos semanas e incluirá trabajos en las ocho cuevas seleccionadas. A medida que se recuperen materiales, se analizarán durante el otoño y se solicitarán nuevos permisos para continuar con este prometedor proyecto.
Uno de los primeros resultados ya ha sido publicado en una revista especializada, revelando datos sobre la cueva de Llamazares. Este estudio indica una reducción del tamaño corporal en especies como osos y caballos a lo largo de los últimos 10.000 años, posiblemente debido a la actividad humana y cambios ambientales.
La financiación del proyecto depende actualmente del apoyo económico limitado a dos mecenas. Si el proyecto sigue creciendo, se buscarán nuevas fuentes financieras a través de convocatorias científicas o patrimoniales. La investigación combina trabajo voluntario con gastos necesarios para llevar a cabo las campañas.
(Restos óseos extraídos incluyen ejemplares antiguos junto a los actuales; investigadores destacados son la doctora Natividad Fuertes y Darío Fidalgo.)