El Campus de los Jerónimos ha sido el escenario de la clausura del I Congreso Internacional sobre Humanización y Cuidados a Mayores, un evento que ha puesto de relieve la importancia del papel familiar en la atención a las personas mayores. Este congreso ha contado con una significativa participación de mayores provenientes de diversas localidades, como Murcia, Cartagena y Molina de Segura.
Entre los asistentes se encontraban figuras destacadas como Manuel Fernández, vicepresidente de la Federación de Centro de Mayores del Municipio de Murcia; Pedro González Riquelme, presidente de la Asociación para un Envejecimiento Activo y Saludable de Molina de Segura; y María Beteta, presidenta de la Federación de Centros y Clubes de Mayores de Cartagena y Comarca. Estos representantes han expresado sus inquietudes y demandas durante el congreso.
Demandas y preocupaciones de los mayores
Las principales reivindicaciones que han surgido en este encuentro incluyen una mayor integración social, el rechazo al edadismo y la necesidad de recuperar tradiciones culturales que son parte esencial de su identidad. Los participantes han enfatizado que “las familias son la base principal para que las personas mayores no nos sintamos alejadas”, denunciando también los estereotipos negativos asociados a la edad.
A lo largo del congreso, se ha hecho hincapié en la necesidad de una mayor atención institucional y social hacia este colectivo. La escucha activa y la empatía han sido conceptos recurrentes en las intervenciones, subrayando su importancia en el trato hacia las personas mayores.
Cierre del congreso con una mirada humanista
La ceremonia final del congreso fue presidida por Nunziata Comoretto, miembro de la Pontificia Academia para la Vida, quien cerró este foro que reunió a expertos, profesionales y personas mayores. El objetivo era reflexionar sobre los desafíos actuales en el ámbito geriátrico desde una perspectiva humanista, promoviendo así un enfoque más inclusivo y comprensivo hacia las necesidades y derechos de los mayores.
Este evento no solo ha servido como plataforma para expresar preocupaciones, sino también como un llamado a la acción para mejorar las condiciones de vida y atención a las personas mayores en nuestra sociedad.