Tres investigadoras de la Escuela de Agrónomos de la UPCT han dado un paso significativo en el desarrollo de kombuchas saludables, elaboradas a partir de excedentes de fresa y naranja. Esta innovadora bebida probiótica se fermenta directamente sobre el zumo extraído de la fruta, combinando las propiedades del té con los compuestos bioactivos presentes en las fresas y naranjas. El proceso ha sido reconocido con la protección de modelo de utilidad, lo que certifica su carácter innovador.
La singularidad del producto radica en su fermentación mediante el SCOBY (acrónimo en inglés para colonia simbiótica de bacterias y levaduras), que se utiliza en la producción de kombucha. Este proceso se lleva a cabo utilizando una mezcla del 60% de zumo de fruta y 40% de té, sin necesidad de añadir azúcares, ya que el cultivo se alimenta exclusivamente de los azúcares naturales presentes en la fruta.
Kombucha y sostenibilidad: un enfoque innovador
Las profesoras Arantxa Aznar, Asunción Iguaz y Encarna Aguayo, del área de Tecnología de los Alimentos, han desarrollado esta bebida como parte de un contrato de investigación-innovación con la empresa hortofrutícola onubense Masiá Ciscar, especializada en la producción de berries como fresas, frambuesas, arándanos y cítricos.
Aparte de sus beneficios para la salud, estas kombuchas también juegan un papel importante en la reducción del desperdicio alimentario. Aprovechan excedentes de frutas que son altamente perecederas, como es el caso de la fresa, aportando al producto antocianinas, polifenoles y vitamina C. Estos compuestos poseen una elevada actividad antioxidante y funcional. La combinación de estos bioactivos junto con los microorganismos vivos generados durante la fermentación resulta en una bebida que favorece la salud intestinal y combate el estrés oxidativo.
Lanzamiento en Fruit Attraction
La nueva kombucha fue presentada recientemente en Fruit Attraction, el mayor escaparate internacional del sector hortofrutícola, donde se reunieron casi 2.500 expositores provenientes de 64 países y más de 120.000 profesionales del sector. Su comercialización está prevista para comenzar pronto junto a Masiá Ciscar, lo que refuerza el compromiso por la innovación y sostenibilidad dentro del ámbito agroalimentario.
Esta fórmula ha sido registrada sin azúcares añadidos, posicionándose así como una alternativa saludable y sostenible dentro del mercado actual de bebidas funcionales.