Los cuco europeos presentan una notable variedad de colores en sus huevos como parte de su adaptación a diferentes especies de aves anfitrionas. Este fenómeno permite a los cucos adaptarse sin necesidad de dividirse en poblaciones especializadas. La investigación realizada por un equipo internacional de biólogos evolutivos de la LMU, liderado por Justin Merondun y Jochen Wolf, ha revelado que el color del huevo se hereda exclusivamente a través de la línea materna.
Los huevos de cuco pueden ser azules brillantes, blancos, verdosos, moteados o rayados, lo que refleja una extraordinaria diversidad. Esta variabilidad es el resultado de una carrera evolutiva con más de 100 especies aviares anfitrionas. Los cucos, conocidos por no incubar sus propios huevos, los colocan en los nidos de otras aves para evitar que sean rechazados. Para lograr esto, el huevo debe parecerse mucho al de la especie anfitriona. Sin embargo, cada hembra de cuco tiene un color y patrón específico para sus huevos, lo que indica la existencia de diferentes linajes evolutivos dentro del cuco europeo (Cuculus canorus), cada uno adaptado a una especie aviar particular.
Descubrimiento del origen genético
El equipo investigador analizó aproximadamente 300 genomas del cuco europeo y 50 del cuco oriental (Cuculus optatus). A través de este análisis, se identificaron las variantes genéticas responsables del color de los huevos. “La pregunta era: ¿cómo puede un cuco transmitir con fiabilidad el color correcto del huevo?”, comenta Wolf. Se presume que las hembras regresan a nidos similares a aquellos donde fueron criadas. Para que el color del huevo coincida realmente, debe estar codificado en los genes del ave.
Las investigaciones actuales confirman que el color base de los huevos del cuco europeo se hereda casi exclusivamente a través del cromosoma sexual femenino —el cromosoma W— y las mitocondrias. Por otro lado, el patrón depende en mayor medida de genes autosómicos provenientes de ambos padres. En los cucos orientales estudiados, cuyos huevos eran todos blanquecinos-verdes y solo diferían en su patrón, no se encontró herencia a través de la línea materna.
Mantenimiento del flujo genético
La herencia matrilineal influye en cómo se distribuye la variación genética dentro de una especie. Cuando ciertos rasgos son relevantes tanto para machos como para hembras, la adaptación a diferentes anfitriones puede llevar rápidamente a la divergencia genética y eventualmente crear nuevas especies. En cambio, en los cucos, las hembras pueden aparearse libremente con cualquier macho sin perder su adaptación al huésped. Esto asegura que el flujo de información genética a través del resto del genoma se mantenga intacto.
A pesar de esta ventaja evolutiva, los cucos enfrentan amenazas contemporáneas significativas. En muchas regiones europeas, sus poblaciones están disminuyendo drásticamente debido a la pérdida de hábitats naturales. “Sin hábitats intactos, este fascinante sistema corre el riesgo de desaparecer ante nuestros ojos”, advierte Wolf.
Referencia:
J. Merondun et al.: Genomic architecture of egg mimicry and its consequences for speciation in parasitic cuckoos. Science 2025
https://www.science.org/10.1126/science.adt9355
Doi: 10.1126/science.adt9355
Contacto:
Prof. Jochen Wolf
Evolución Biológica / Evolutionsbiologie
LMU Biocenter / Biozentrum der LMU
Tel: +49 89 2180-74102
https://www.evol.bio.lmu.de/research/j_wolf/index.html