Una nueva campaña científica de la Universidad de Barcelona se enfocará en el impacto del cambio global y las actividades humanas en la Antártida. Este continente, reconocido como uno de los ecosistemas más vulnerables del planeta, enfrenta serias amenazas debido al cambio climático, la proliferación de especies invasoras y la presión derivada de las actividades humanas. La iniciativa, denominada CHALLENGE-2, tiene como objetivo principal comprender y mitigar estos efectos sobre los ecosistemas marinos antárticos.
La campaña comenzará el próximo 8 de enero y estará liderada por las investigadoras Elisenda Ballesté y Conxita Àvila, quienes pertenecen a la Facultad de Biología y al Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la Universidad de Barcelona. Con un enfoque integral, CHALLENGE-2 busca ampliar el conocimiento científico sobre estos ecosistemas y proporcionar datos esenciales para desarrollar estrategias que promuevan una gestión sostenible.
Objetivos y Metodología del Proyecto
Esta nueva campaña es una continuación de proyectos anteriores como CHALLENGE y BACTPLAST, llevados a cabo en la península Antártica. Integrará datos científicos para establecer conexiones claras entre las diferentes presiones ambientales y los cambios observados en la biodiversidad y salud ecológica. Durante cinco semanas, el equipo investigará el impacto del calentamiento global en diversas escalas, desde macroorganismos hasta microorganismos, poniendo especial atención en especies que sirven como bioindicadores del estado ambiental.
Además, se estudiarán los efectos de la basura marina, especialmente los microplásticos, tanto en la columna de agua como en sedimentos y organismos bentónicos. Se explorarán también comunidades microbianas asociadas a residuos plásticos, conocidas como plastisferas, así como la presencia de genes bacterianos resistentes a antibióticos, lo que podría representar una amenaza para estos entornos remotos.
Muestreo Comparativo en Zonas Antárticas
A bordo del buque oceanográfico Bio Hespérides, se realizará un muestreo a lo largo de un gradiente latitudinal desde la bahía Margarita hasta las islas Orcadas del Sur. Se recogerán muestras tanto en áreas prístinas con mínima influencia humana como en zonas afectadas por actividades antrópicas cercanas a bases científicas y turísticas. Este enfoque comparativo permitirá obtener una visión más completa sobre cómo las actividades humanas impactan los ecosistemas marinos antárticos.
Anteriores investigaciones realizadas por la Universidad de Barcelona han sido cruciales para enriquecer el catálogo natural de biodiversidad marina en esta región, incluyendo el descubrimiento de nuevas especies de invertebrados marinos y compuestos bioactivos con potencial farmacéutico.