La Universidad Rey Juan Carlos (URJC), en colaboración con la Universidad Francisco de Vitoria, ha lanzado una innovadora herramienta destinada a evaluar el impacto del uso del teléfono móvil y las redes sociales en la salud mental de los jóvenes. Esta escala, conocida como PSSNUS (Problematic Smartphone and Social Network Use Scale), se convierte en la primera herramienta psicométrica en español que permite detectar el uso problemático de estos dispositivos en individuos de entre 18 y 35 años.
El desarrollo de esta escala ha sido validado con más de 700 participantes, lo que garantiza su fiabilidad para diagnósticos e intervenciones tanto clínicas como educativas. El equipo investigador ha identificado cinco dimensiones fundamentales que caracterizan el uso problemático del smartphone: dependencia emocional, alteración de relaciones interpersonales, comparación social, necesidad de control digital y deterioro de la concentración. Cada dimensión se evalúa a través de ítems específicos, permitiendo así establecer distintos niveles de riesgo según el perfil del usuario.
Un enfoque integral para la salud mental juvenil
Los investigadores de la URJC han aportado su experiencia en el análisis del comportamiento juvenil en entornos digitales para validar esta escala. Según los responsables del estudio, su principal objetivo es proporcionar a profesionales de la salud mental, docentes y orientadores una herramienta efectiva que facilite la identificación de patrones nocivos en el uso de tecnología. Esto permitirá actuar preventivamente antes de que estos comportamientos se conviertan en problemas clínicos serios.
Entre los hallazgos más relevantes se observa una tendencia significativa hacia la comparación social y la ansiedad digital, especialmente entre las mujeres. Además, se evidencia un impacto negativo generalizado en la capacidad de concentración y en las relaciones interpersonales cara a cara. Actualmente, los investigadores están trabajando en adaptar esta escala a contextos educativos y sanitarios, con miras a integrarla en programas preventivos y protocolos de intervención.