Un reciente estudio ha puesto de manifiesto que la estructura del bosque y la diversidad funcional de los árboles son elementos cruciales para garantizar la estabilidad en la productividad forestal, independientemente de la disponibilidad de agua. Esta investigación ha sido coliderada por científicos del Instituto de Investigación en Cambio Global de la Universidad Rey Juan Carlos (IICG-URJC) y del Instituto Mixto de Investigación en Biodiversidad (IMIB), que incluye a la Universidad de Oviedo, el CSIC y el Principado de Asturias.
El equipo, dirigido por Raúl García Valdés del IICG-URJC y José Valentín Roces Díaz del IMIB, ha publicado sus hallazgos en la revista científica Forest Ecology and Management. Este trabajo identifica los factores más relevantes que contribuyen a estabilizar la productividad de los bosques durante un periodo de dos décadas. En esta investigación también han participado instituciones como el CREAF, el DIFAR de la Universidad de Génova, la Universidad Autónoma de Barcelona y el Instituto de Investigación de la Biodiversidad (IRBio) de la Universidad de Barcelona.
Factores clave para la estabilidad forestal
El estudio titulado “Water availability, stand structure, and hydraulic trait diversity drive forest stability” revela que, aunque la disponibilidad hídrica es fundamental para mantener estable la productividad biomásica en los bosques, otros factores como la estructura del bosque —que abarca tanto el tamaño como la madurez de los árboles— y la diversidad funcional relacionada con las características hidráulicas son igualmente importantes. Estas características determinan cómo las especies toleran periodos de sequía mediante diversas estrategias fisiológicas.
"Nuestros resultados indican que los bosques con mayor diversidad en sus estrategias frente al estrés hídrico tienen una capacidad superior para mantener su productividad a lo largo del tiempo, incluso ante cambios ambientales", afirma Raúl García Valdés. La investigación se basa en datos obtenidos a partir de imágenes satelitales y análisis realizados en 40.000 parcelas del Inventario Forestal Nacional de España, lo que permite evaluar cómo responden los bosques españoles a fluctuaciones ambientales durante casi 20 años.
Estrategias para una gestión forestal efectiva
Este estudio proporciona evidencia científica que respalda prácticas de gestión forestal orientadas a fomentar una mayor diversidad funcional como estrategia para incrementar tanto la estabilidad como la resiliencia de los bosques ante el cambio climático. "La gestión forestal futura debe centrarse en crear bosques diversos y bien estructurados para garantizar su estabilidad ecológica y adaptabilidad", destaca José Valentín Roces Díaz.
A medida que se intensifican las sequías y olas de calor debido al cambio climático, estas estrategias se vuelven cada vez más relevantes. El proyecto también forma parte de un esfuerzo más amplio por comprender cómo contribuye la diversidad funcional a la estabilidad ecosistémica.
Proyección hacia investigaciones europeas
Este trabajo es solo una parte del esfuerzo continuo por entender mejor cómo afecta la diversidad funcional a los ecosistemas. Se prevé que continúe dentro del proyecto DivTraitFor, financiado por la Comunidad de Madrid en colaboración con URJC. Este proyecto ampliará su enfoque hacia una variedad más amplia de rasgos funcionales y abarcará bosques en toda Europa, involucrando a una red internacional de científicos provenientes de diversas instituciones académicas destacadas.