Un nuevo informe del Tyndall Centre for Climate Change Research de la Universidad de Manchester destaca que el Reino Unido ha logrado reducir su consumo energético más de lo que se esperaba hace dos décadas. Sin embargo, las oportunidades para aprovechar este potencial han sido en gran medida desaprovechadas.
El estudio titulado Decarbonising the UK revisited: reflecting on 20 years of UK energy system scenarios and their policy implications, con motivo del 25 aniversario del centro, revisa los escenarios energéticos propuestos por el propio Tyndall y otros más de 80 elaborados durante los años 2000. A pesar de que la mayoría de estos escenarios preveían una reducción en la demanda energética, solo uno —el escenario “Rojo” del Tyndall Centre— se acercó a predecir correctamente la demanda real del Reino Unido en 2022.
Análisis crítico de los escenarios energéticos
Los investigadores señalan que esta discrepancia pone de manifiesto que muchos modelos iniciales se centraron en tecnologías no probadas, dejando de lado soluciones prácticas y efectivas para reducir el consumo energético, como la mejora del transporte público, el aislamiento de viviendas y la reducción de vuelos. Estas decisiones modelísticas influenciaron los debates políticos, donde un optimismo excesivo hacia nuevas tecnologías eclipsó soluciones cotidianas, limitando así el alcance de la descarbonización considerada viable por los responsables políticos.
A través de una comparación entre los futuros previstos y los cambios reales en el sistema energético del Reino Unido, los autores del informe revelan las limitaciones en la previsión, las suposiciones demasiado ambiciosas y las transformaciones genuinas que fueron subestimadas.
Reflexiones sobre dos décadas de investigación
El informe también reflexiona sobre las contribuciones del Tyndall Centre a lo largo de dos décadas. Desde el objetivo del Comisión Real de reducir las emisiones de carbono en un 60% para 2050, el centro ha sido fundamental en la integración de presupuestos de carbono en la política climática británica y ha enfatizado la necesidad de acciones coordinadas en todos los sectores, incluida la aviación y la navegación.
Dr. Gaurav Gharde, investigador principal y autor del informe, afirmó: “Nuestra investigación subraya cómo los escenarios subestimaron el potencial de soluciones menos emocionantes pero comprobadas —como la eficiencia energética, el transporte público y el aislamiento doméstico— mientras eran demasiado optimistas sobre cuán rápido se materializarían a gran escala tecnologías prometedoras como la captura y almacenamiento de carbono”.
Nuevas direcciones para políticas climáticas efectivas
Los autores argumentan que es imperativo que los escenarios energéticos destinados a apoyar una urgente reducción de emisiones de gases de efecto invernadero exploren una gama más amplia de opciones. Deben centrarse más en soluciones probadas como la eficiencia energética, cambios en estilos de vida y equidad social. Esto podría abrir más alternativas para que los responsables políticos cumplan con sus ambiciones climáticas y reduzcan su dependencia de tecnologías no comprobadas.
Professora Alice Larkin, coautora del informe, destacó: “El cambio climático está acelerándose e impactando ya en la vida cotidiana; sin embargo, nuestra ambición no ha estado a la altura del desafío. Con el tiempo corriendo en contra, necesitamos entender mejor cómo reconfigurar tecnologías existentes y comportamientos para poder transitar más rápidamente hacia una sociedad baja en energía y carbono”.
Decarbonising the UK revisited será presentado durante la conferencia del 25º aniversario del Tyndall Centre en la Universidad de East Anglia (UEA), un evento clave al que asistirán 300 investigadores provenientes de 20 países.
Este informe forma parte de un proyecto más amplio del Tyndall Centre que examina cómo los escenarios energéticos influyen en las políticas y qué lecciones pueden extraerse a mitad de camino durante esta década crítica para la acción climática.