En el contexto del Día Mundial de la Fisioterapia, Carolina Climent, investigadora y profesora del grado en Fisioterapia de la UIC Barcelona, ha enfatizado la importancia de fortalecer el papel del fisioterapeuta en atención primaria. Su objetivo es ofrecer un enfoque integral para el tratamiento del dolor crónico, al mismo tiempo que se busca reducir el uso de medicamentos y procedimientos invasivos.
Climent, especialista en dolor crónico y fibromialgia, subraya que “invertir en fisioterapia debería ser una prioridad para el sistema de salud, ya que no solo mejora los resultados de los pacientes, sino que también disminuye los costos a largo plazo, reduce el consumo de fármacos y la frecuencia de visitas médicas”. Según datos recientes, más de ocho millones de personas en España padecen dolor crónico, y un 65% lo experimenta de manera incapacitante, lo que genera un costo superior a 16.000 millones de euros anuales para la sanidad pública.
Un enfoque biopsicosocial para el dolor crónico
La investigadora recalca que el dolor crónico “no es simplemente un síntoma físico, sino una enfermedad compleja con determinantes biológicos, psicológicos y sociales”, tal como indica la nueva clasificación del dolor por parte de la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor. Por ello, aboga por un enfoque biopsicosocial centrado en la persona, que considere la historia clínica, el contexto vital, las emociones, las creencias y los patrones de movimiento de cada paciente.
Además, Climent recuerda que la fisioterapia ha sido pionera en integrar la neurociencia del dolor en su práctica clínica. “Hoy sabemos que el dolor no siempre indica daños en los tejidos; puede persistir debido a procesos neurofisiológicos complejos como la sensibilización central, el aprendizaje previo, las emociones y el entorno social”.
La educación como herramienta clave
A su vez, destaca que la fisioterapia debería ser el camino hacia la educación sobre el dolor para los pacientes. “Este proceso pedagógico les ayuda a entender por qué persiste el dolor y cómo pueden influir en él, lo cual reduce su miedo y dependencia del sistema sanitario”. Según Climent, la educación sobre el dolor es “tan crucial como el ejercicio” y debe integrarse en todas las intervenciones fisioterapéuticas dirigidas a personas con dolor crónico.