Pilar Roig, destacada catedrática del Departamento de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Universitat Politècnica de València, ha sido reconocida como hija predilecta de València. Este honor le será otorgado el próximo 6 de octubre durante la celebración del Día de la Comunitat Valenciana.
La profesora emérita ha expresado su profundo agradecimiento por esta distinción, que considera un reconocimiento no solo a su labor personal, sino al esfuerzo colectivo de todo su equipo en la universidad. “Para mí es un gran honor recibir esta distinción, que en realidad reconoce a todo el equipo con el que he trabajado y sigo trabajando desde la Universitat Politècnica de València”, comentó Roig. Además, subrayó su orgullo por ser reconocida en su ciudad natal, una localidad a la que siente un fuerte apego.
Roig también destacó que este galardón representa un impulso significativo hacia uno de sus principales objetivos: visibilizar la importancia de la conservación y restauración del patrimonio cultural. A lo largo de su carrera, ha dedicado esfuerzos constantes a este propósito, buscando devolver a València parte de su memoria histórica y esplendor patrimonial.
Un legado en restauración cultural
En la actualidad, Pilar Roig se encuentra inmersa en lo que ella misma define como el gran proyecto de su vida: la restauración de las pinturas de la Iglesia de los Santos Juanes. Este trabajo cuenta con el apoyo financiero de la Fundación Hortensia Herrero y se realiza junto a su equipo del Instituto Universitario de Restauración del Patrimonio (IRP) de la UPV.
Nacida en Valencia en 1949, Pilar Roig es reconocida por su amplia trayectoria en el ámbito de la conservación del patrimonio. Ha sido galardonada con la Medalla del Consell Valencià de Cultura por sus contribuciones significativas a la protección y rehabilitación del patrimonio valenciano. Su formación comenzó en la Escuela Superior de Bellas Artes y fue ampliada en Italia gracias a becas otorgadas por instituciones como la Fundación Juan March.
Entre sus logros más destacados se encuentra la rehabilitación internacionalmente reconocida de los frescos en la Iglesia de San Nicolás y trabajos notables como la restauración en Lalibela, Etiopía, donde recuperó once iglesias excavadas en roca del siglo XII. También fue responsable del renacimiento artístico de la cúpula de la Basílica de la Mare de Déu dels Desamparats entre 1998 y 2003, un esfuerzo que le valió el premio Europa Nostra en 2006.
Reconocimientos recientes
Más recientemente, el proyecto relacionado con los frescos de San Nicolás fue premiado con el Premio Hispania Nostra 2025, reafirmando así su compromiso con el patrimonio cultural valenciano. Pilar Roig continúa siendo una figura clave en el campo de la restauración, dedicando su vida profesional a preservar y enriquecer el legado histórico para las futuras generaciones.