Investigadores de la Universitat Politècnica de València (UPV) han dado un paso significativo en la lucha contra el cáncer al desarrollar unas nanopartículas autopropulsadas, conocidas como nanomotores, que utilizan la glucosa presente en los tumores como fuente de energía. Este avance permite no solo el desplazamiento de las nanopartículas, sino también el transporte eficaz de quimioterapia a las áreas más difíciles de alcanzar dentro del tumor.
El equipo, que forma parte del Instituto Interuniversitario de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico (IDM), ha validado su investigación en modelos animales y muestras de pacientes, con resultados publicados en la revista ACS Nano. La colaboración incluyó a instituciones como el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS La Fe), el CIBER de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (CIBER-BBN), el CIBER de cáncer (CIBERONC) y el Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, junto al Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF).
Un avance crucial en la administración del tratamiento oncológico
Según Ramón Martínez Máñez, director del IDM en la UPV, uno de los principales problemas en el tratamiento de tumores sólidos es que los fármacos utilizados en quimioterapia tienen dificultades para penetrar en las capas internas del tumor. Esto limita su eficacia y permite que algunas células cancerígenas sobrevivan.
Los nanomotores desarrollados por este equipo investigador ofrecen una solución innovadora a este desafío. Su eficacia ha sido demostrada al destruir células tumorales en cultivos celulares, esferoides y organoides derivados de pacientes, así como en un modelo animal con ratones. En estos estudios, se observó una reducción significativa del tamaño tumoral y un aumento notable en la cantidad de fármaco que alcanzaba el centro del tumor.
Tecnología revolucionaria para tratamientos personalizados
Paula Díez del IIS La Fe destaca que los nanomotores no solo utilizan glucosa para incrementar su movimiento; al consumirla, también privan a las células tumorales de energía. Además, estos nanomotores generan oxígeno, lo cual ayuda a mitigar la hipoxia—un problema común que limita la efectividad de muchos tratamientos—y producen especies reactivas de oxígeno que intensifican el daño a las células malignas.
Alba García-Fernández del CIBER-BBN añade que lo innovador del diseño radica en una nanopartícula con dos caras (sílice y platino) que utiliza la glucosa del tumor como combustible para activar su movimiento. Esto no solo permite que los nanomotores penetren más profundamente en el tumor, sino que también liberan el fármaco en el momento y lugar precisos.
Iris Garrido y Juan Miguel Cejalvo del Instituto INCLIVA concluyen afirmando que los resultados obtenidos en organoides derivados de pacientes con cáncer de mama demuestran el enorme potencial de esta tecnología para ser aplicada en terapias personalizadas.