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Oscillum, la startup que reduce el desperdicio de alimentos y gana el Premio Jóvenes Inventores 2025
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Oscillum, la startup que reduce el desperdicio de alimentos y gana el Premio Jóvenes Inventores 2025

martes 06 de mayo de 2025, 09:47h
El desperdicio alimentario en la UE supera 59 millones de toneladas anuales. Tres emprendedores españoles han creado etiquetas inteligentes biodegradables que indican el estado de los alimentos en tiempo real, reduciendo así el desperdicio y mejorando la seguridad alimentaria. Su innovación ha sido reconocida globalmente con el Premio Jóvenes Inventores 2025.

El desperdicio alimentario representa un desafío global, tal como indica la Comisión Europea. En la Unión Europea, más de 59 millones de toneladas de alimentos se pierden anualmente, lo que se traduce en aproximadamente 132 kg por persona y unas pérdidas cercanas a los 132.000 millones de euros. Gran parte de este desperdicio proviene de la incertidumbre respecto a la frescura de los productos, lo que lleva tanto a consumidores como a comerciantes a desechar alimentos que aún son seguros para el consumo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta que cada año, en Europa, 23 millones de personas se enferman debido al consumo de alimentos en mal estado.

Para abordar estos problemas, tres emprendedores españoles, Pilar Granado (29), Pablo Sosa Domínguez (29) y Luis Chimeno (28), han creado etiquetas inteligentes y biodegradables que indican el estado de los alimentos en tiempo real, reaccionando al crecimiento bacteriano. Su innovador trabajo les ha permitido ser reconocidos entre los 10 innovadores globales del Premio Jóvenes Inventores 2025, conocido como Tomorrow Shapers, tras ser seleccionados por un jurado independiente entre más de 450 postulantes.

Las etiquetas inteligentes desarrolladas por estos jóvenes cambian de color gracias a avances en biotecnología. Generalmente, los consumidores evalúan la frescura de los productos basándose en su apariencia o en las fechas de caducidad estándar, lo que resulta en el desperdicio de muchos alimentos todavía comestibles. La empresa fundada por ellos, Oscillum, produce estas etiquetas que varían su color según la actividad bacteriana relacionada con la descomposición del alimento. Estas etiquetas incorporan indicadores inteligentes dentro de una matriz hecha de polímero biodegradable. A medida que las bacterias se multiplican, liberan compuestos que provocan un cambio visible en el color de la etiqueta, permitiendo así a consumidores y proveedores tomar decisiones informadas sobre la seguridad alimentaria y reducir el desperdicio innecesario.

Además, estas etiquetas pueden aplicarse a frutas y verduras para señalar su grado de madurez, evitando así descartar productos que aún son frescos a pesar de su apariencia. La innovación presentada por estos tres emprendedores españoles supera las limitaciones de los actuales indicadores de frescura, como las etiquetas basadas en tiempo y temperatura, que solo relacionan el deterioro con fallos en la cadena del frío. Al analizar directamente el crecimiento bacteriano y los compuestos orgánicos volátiles, las etiquetas inteligentes ofrecen una precisión superior en tiempo real y son adaptables tanto a productos envasados como no envasados, incluyendo carne, pescado y otros productos frescos.

Al reducir el desperdicio innecesario de alimentos aún aptos para el consumo, esta invención ayuda también a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero y fomenta un sistema alimentario más eficiente. De hecho, esta idea nació durante sus años universitarios: mientras estudiaban en la Universidad Miguel Hernández de Elche y compartían piso, Granado, Sosa y Chimeno fundaron Oscillum, impulsados por su interés por las ciencias aplicadas.

La inspiración surgió tras un dilema cotidiano: decidir si consumir o desechar un alimento solo basándose en su aspecto. “Un domingo, Pablo encontró un trozo de carne en la nevera que tenía mal aspecto y olía raro; aun así decidió cocinarlo y comerlo... Al final no le pasó nada. Eso nos hizo reflexionar sobre cuántas veces tiramos comida solo por su apariencia”, comentan Luis Chimeno y Pilar Granado.

Para convertir esta idea inicial en un negocio sostenible, el equipo participó en programas destinados al emprendimiento y colaboró con diversas empresas para perfeccionar su tecnología. Obtuvieron financiación del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI) e intervinieron en varios concursos como los Premios Emprende XXI organizados por CaixaBank. “Lanzar un producto nuevo significaba que ni la industria ni los consumidores sabían qué era ni cómo funcionaba. Tuvimos que esforzarnos mucho para contar nuestra historia y demostrar la utilidad y beneficios de nuestra tecnología”, añade Pablo Sosa.

Desde su lanzamiento oficial en 2019, Oscillum ha logrado financiación adicional y colaboraciones para aumentar su producción. Actualmente, sigue ampliando su gama con envases activos que prolongan la vida útil de los alimentos al interactuar con su entorno. Desde el inicio del proyecto, el equipo priorizó proteger su invento mediante una patente.

El Premio Jóvenes Inventores reconoce a innovadores menores de 30 años alrededor del mundo que utilizan tecnología para enfrentar grandes desafíos globales según los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) propuestos por las Naciones Unidas. Las etiquetas inteligentes desarrolladas por Oscillum contribuyen a varios ODS tales como ODS 2 (Hambre Cero), ODS 3 (Salud y Bienestar), ODS 12 (Producción y Consumo Responsables) y ODS 13 (Acción por el Clima).

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