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Investigadores españoles desarrollan técnica innovadora para optimizar la crianza de vinos de alta gama
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Investigadores españoles desarrollan técnica innovadora para optimizar la crianza de vinos de alta gama

sábado 02 de noviembre de 2024, 09:00h
Un estudio del CIDE, UV y CSIC revela que orientar las vides hacia el oeste mejora la calidad del vino al optimizar la exposición solar. Esta técnica, implementada con un sistema de espaldera plegable, aumenta la madurez fenólica y el sabor de las uvas, adaptándose a los efectos del cambio climático.

Orientación de las vides: un avance en la viticultura

El **Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE)**, en colaboración con la **Universitat de València (UV)** y el **Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)**, ha llevado a cabo un estudio innovador que demuestra que **orientar las vides hacia el oeste** mejora significativamente la composición del vino. Este ensayo se realizó durante dos temporadas en un viñedo de *Vitis vinifera L. cv. Bobal* en Requena, Valencia, bajo un clima templado-cálido.

La investigación, publicada recientemente en la revista *OENO One*, destaca que al inclinar los sarmientos hacia el oeste, se optimiza la exposición de las hojas y racimos a la radiación solar. Esto no solo intensifica el color del vino, sino que también refuerza la madurez fenólica de la uva, lo cual resulta en una mejora notable del sabor y frescura del producto final.

Este sistema de orientación permite adaptar el viñedo a las condiciones extremas provocadas por el cambio climático sin necesidad de alterar el material vegetal o reubicar el cultivo. La implementación se facilita gracias a un diseño de **espaldera plegable**, compatible con la mecanización del viñedo, desarrollado por el Grupo de Investigación Agua y Cultivos del CIDE.

Beneficios adicionales para la viticultura

Diego Intrigliolo Molina, investigador del CSIC y coautor del artículo, señala que "partir de uvas con mayor carga fenólica permite llevar a cabo una crianza más prolongada para producir vinos de alta gama". Además, este enfoque ayuda a mitigar los efectos negativos del estrés hídrico al reducir la radiación interceptada por las cepas durante las horas más calurosas del día.

A lo largo de los años, diversas estrategias han sido exploradas para contrarrestar los efectos adversos del cambio climático en la viticultura. Desde cosechas anticipadas hasta modificaciones genéticas y técnicas específicas de manejo agrícola, cada método busca adaptarse a un entorno cambiante.

El equipo del CIDE ha centrado su investigación en el manejo del dosel y ha encontrado que inclinar 30° hacia el oeste los brotes verticales tradicionales resulta en vinos con una mayor concentración de ésteres y alcoholes superiores. Esta técnica no solo es efectiva para regular la carga de radiación sino también para ajustar la composición del mosto y mejorar la calidad del vino ante los desafíos climáticos actuales.

Colaboración científica

Además del CIDE, participaron científicos del **Instituto Universitario de Ingeniería de Alimentos** de la **Universitat Politècnica de València (FoodUPV)** y del **Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA – GVA)** en esta investigación colaborativa. Juntos han aportado valiosos conocimientos sobre cómo optimizar la producción vitivinícola frente al cambio climático.

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