La Universitat de Barcelona se prepara para un futuro prometedor con motivo de su 575 aniversario. Durante el Claustre celebrado recientemente, el rector Joan Guàrdia presentó los principales ejes de la celebración, que combinarán la dimensión histórica con una proyección hacia el futuro.
En esta sesión, se abordaron temas cruciales que afectan a la universidad en la actualidad, así como las acciones más relevantes llevadas a cabo en diversos ámbitos de gobierno. También se discutió el estado del proceso participativo para la elaboración del nuevo estatuto de la UB y el despliegue del programa de contratación de personal docente e investigador (PDI) Maria Goyri. Por primera vez, se incluyó un apartado en el orden del día dedicado a analizar la posición de las universidades europeas ante el cambio demográfico.
Desarrollo y desafíos actuales en la UB
El rector Guàrdia comenzó su intervención revisando cuestiones clave en la gestión actual de la universidad. Entre estas, destacó la necesidad de reforzar la plantilla de Personal Técnico, de Gestión y de Administración y Servicios (PTGAS), así como los retos relacionados con la gestión de la investigación y los nuevos mecanismos del Pla de Dedicació Acadèmica (PDA).
A lo largo de su discurso, también mencionó avances significativos en infraestructuras, como el proyecto de traslado del Hospital Clínic, el inicio inminente de las obras del proyecto MIES y la inauguración del aulari de Torribera. En cuanto a política universitaria internacional, resaltó el debate sobre la creación de un grado europeo y los esfuerzos por ofrecer másters y postgrados a nivel global.
Crisis y oportunidades para el futuro
Guàrdia concluyó su discurso haciendo un llamado a la comunidad universitaria ante «la enorme crisis que está experimentando la universidad» en varios países. Afirmó que «la universidad atraviesa momentos oscuros y complicados», subrayando que mantener una lógica académica hoy es considerado un acto revolucionario.
Por su parte, Glòria Matalí, gerenta de la UB, expuso las magnitudes económicas clave que indican que desde 2010, la universidad ha cerrado sus ejercicios con resultados positivos. Sin embargo, advirtió sobre un financiamiento claramente deficitario, señalando como principal reto enfrentar la falta de personal PTGAS y el relevo generacional, ya que «el 40% de la plantilla se jubila en los próximos nueve años».