La Universidad de Córdoba ha dado un paso significativo en la lucha contra la conducta suicida al presentar su “I Plan de acción para la prevención, intervención y posvención de la conducta suicida”. Este plan, que ha sido desarrollado durante más de dos años, busca establecer protocolos claros y efectivos para abordar el creciente número de consultas relacionadas con este tema en la Unidad de Atención Psicológica (UNAP), alineándose con las preocupantes estadísticas que reflejan un aumento en la prevalencia de estos comportamientos.
Durante la presentación, el rector Manuel Torralbo Rodríguez enfatizó que "se trata de no mirar hacia otro lado" y subrayó el objetivo de lograr "cero casos de conducta suicida" en la UCO. Un informe reciente del Ministerio de Universidades, elaborado por CIBERSAM en 2023, revela que uno de cada cinco estudiantes universitarios encuestados presenta ideación suicida, con cifras alarmantes del 22,5% y 21,4% en las fases I y II del estudio. Además, se destaca que el suicidio es la segunda causa más frecuente de muerte entre los estudiantes universitarios.
Colaboración Interdisciplinaria para Abordar la Salud Mental
El plan ha sido elaborado por expertos de la UNAP en colaboración con docentes de Psiquiatría de la Facultad de Medicina y profesionales del Hospital Reina Sofía. El vicerrector de Salud y Bienestar, Rafael Solana Lara, destacó la importancia del componente formativo para que toda la comunidad universitaria esté informada sobre estos comportamientos y sepa cómo intervenir adecuadamente.
Este ambicioso plan tiene como objetivo coordinar a los diferentes actores dentro de la UCO que ya están trabajando en este ámbito o que pueden desempeñar un papel crucial en la detección temprana de conductas suicidas. Entre ellos se encuentran la UNAP, el Área de Inclusión, el Servicio de Prevención, así como los vicerrectorados y decanatos relacionados.
Ejes Estratégicos del Plan Integral
Bajo una perspectiva integral, el plan abarca diversas fases: prevención, intervención y posvención. Según explicó Juan Antonio Moriana, uno de los autores del documento, está diseñado para toda la comunidad universitaria —estudiantes, profesores y personal administrativo— lo que representa cerca de veinte mil personas.
El documento analiza factores que pueden contribuir a la conducta suicida, tales como problemas de salud mental, estrés o aislamiento social. También identifica señales alarmantes como cambios en el comportamiento o expresiones desesperadas. Se reconoce que los estudiantes universitarios son un grupo vulnerable debido a múltiples factores: desde la transición a la vida adulta hasta las presiones académicas y relaciones interpersonales complejas.
Ejes del Plan: Prevención e Intervención
El Eje I se centra en prevenir conductas suicidas mediante tres líneas clave: promoción de la salud mental; sensibilización para reducir el estigma asociado; y mejora en los mecanismos para detectar señales de alerta dentro del entorno universitario. Por su parte, el Eje II aborda intervenciones específicas para fortalecer los procedimientos ante situaciones críticas relacionadas con conductas suicidas.
El Eje III, finalmente, se enfoca en la posvención. Este eje incluye estrategias destinadas a mejorar cómo se maneja una crisis tras un suicidio consumado dentro del campus universitario.
El plan completo puede consultarse aquí.