El trayecto académico de Titus Roesler, un estudiante de la Universidad del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), ha sido todo menos convencional. Proveniente de una pequeña escuela secundaria en el rural South Dakota, donde no se ofrecían clases avanzadas, su inicio en MIT fue complicado. Sin embargo, su determinación por alcanzar a sus compañeros le abrió las puertas a una inesperada oportunidad como asistente de enseñanza, lo que transformó su experiencia educativa.
Roesler, quien se graduó recientemente con un título en ingeniería eléctrica y actualmente cursa una maestría, ha forjado una sólida reputación como estudiante-docente en MIT. Desde que descubrió su pasión por la enseñanza y el mentorazgo, ha sido asistente en cuatro asignaturas diferentes y ha diseñado dos seminarios desde cero. Esta experiencia no solo le ha permitido ayudar a otros estudiantes, sino también profundizar su comprensión de temas complejos, incluyendo el procesamiento de señales.
La enseñanza como motor de aprendizaje
El interés de Roesler por la enseñanza comenzó en su infancia. En su pequeña ciudad natal de Marion, donde la población apenas alcanza los 800 habitantes, nunca imaginó que llegaría a MIT. Su proyecto final en la secundaria consistió en ayudar a sus compañeros con la sección de matemáticas del ACT y tuvo la oportunidad de enseñar trigonometría un día. Aunque inicialmente soñaba con ser profesor de matemáticas en secundaria, su camino cambió tras autoestudiar cálculo gracias a los recursos de OpenCourseWare del MIT.
A lo largo de su primer año en MIT, Roesler trabajó arduamente para ponerse al día con sus compañeros. En su primer examen de física, solo logró responder correctamente una pregunta. Sin embargo, el Experimental Study Group (ESG) fue fundamental para mantenerlo a flote durante ese año inicial y le abrió nuevas oportunidades. Cuando su profesora de cálculo multivariable le pidió quedarse después de clase para preguntarle si podía ser asistente el siguiente año, él pensó que estaba en problemas; pero ella quería ofrecerle la posición.
Reconocimiento y logros académicos
Aceptar el puesto como asistente fue un cambio radical para Roesler. Durante las horas adicionales que dedicaba a ayudar a un estudiante que reflejaba su propia historia —también proveniente de un entorno rural sin una sólida base matemática— encontró satisfacción personal al convertirse en el tipo de docente que siempre había deseado tener. “No venía desde la perspectiva de ‘todos ya saben A, B o C’”, explica Roesler sobre su enfoque educativo.
Su trabajo como asistente le valió varios reconocimientos, entre ellos el Premio a la Enseñanza Universitaria del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Ciencias de la Computación y el Premio Outstanding Associate Advisor. Tras unirse al ESG durante su primer año, continuó como asesor asociado durante tres años más y recibió el Premio Fiekowsky por Excelencia en Enseñanza.
Explorando el procesamiento de señales
El enfoque actual de Roesler es el procesamiento de señales, un campo donde convergen diversas disciplinas matemáticas aplicadas a problemas reales. “Es la combinación adecuada entre teoría y aplicación”, señala entusiasmado. Se siente atraído especialmente por problemas relacionados con la separación de fuentes, donde busca recuperar señales originales a partir de señales mezcladas. Durante su último año universitario, trabajó en un proyecto que implicaba escribir un programa en Python para separar armonías en corales de Bach.
En el marco del programa de maestría y tras realizar prácticas investigativas en el Laboratorio Lincoln del MIT durante el verano, Roesler continúa allí explorando comunicaciones por radiofrecuencia alta. Actualmente trabaja en un proyecto que aplica la teoría del muestreo comprimido para mejorar las comunicaciones.
Pasión por correr y servir a la comunidad
Aparte del ámbito académico, Roesler también es un apasionado corredor desde quinto grado. En 2023 completó un maratón en 2 horas y 46 minutos y tiene planes para participar nuevamente en el Maratón de Boston en 2024 y 2025. Su interés por la psicología del running lo llevó a aplicar métodos científicos para mejorar su rendimiento; sin embargo, ahora corre simplemente por diversión.
Además, ha formado parte del equipo ejecutivo de la Asociación Universitaria de Matemáticas, ha sido mentor residente en Baker House, y tutoriza dos clases. En el PKG Center, ha liderado programas e iniciativas orientadas al servicio comunitario.
A medida que avanza su carrera docente, Roesler sigue emocionándose al ver el impacto positivo que tiene sobre sus alumnos. Al finalizar uno de sus tutoriales semestrales, organizó un picnic donde sus estudiantes lo sorprendieron con una tarjeta y obsequios: “Me pregunté cómo podría mejorar esto; fue maravilloso”, recuerda con una sonrisa.