El Servicio de Biblioteca de la Universidad de Cádiz se erige como un verdadero gigante de bits y papel, no solo por su vasto acervo bibliográfico, sino también por su compromiso con la formación especializada y la organización de la producción académica. Este órgano vital para la comunidad universitaria fusiona tradición y modernidad, ofreciendo un espacio donde el conocimiento puede florecer.
La Universidad de Cádiz es un claro ejemplo de cómo el pasado y el presente pueden coexistir armoniosamente. En sus bibliotecas, los estudiantes pueden estudiar desde los hexámetros dáctilos de la Eneida hasta los complejos aminoácidos presentes en una gota de agua marina. **Este lugar no solo alberga libros**, sino que se convierte en un espacio donde el silencio reverbera y las ideas cobran vida. Además, las bibliotecas han evolucionado hacia entornos modernos que facilitan el trabajo colaborativo, brindando acceso a internet y formación continua en métodos bibliográficos.
Un equipo comprometido al servicio del conocimiento
El motor que hace funcionar este complejo entramado es el Área de Biblioteca, conformada por un equipo de 76 profesionales altamente capacitados, entre los cuales 68 forman parte del Servicio de Biblioteca. En una reciente entrevista, sus líderes compartieron detalles sobre cómo estas instalaciones se han adaptado a las nuevas exigencias del mundo académico.
Jesús Fernández, director del Área de Biblioteca, Archivo y Publicaciones, explicó que el Servicio se organiza en cuatro bibliotecas distribuidas por los distintos campus, sumando un total de nueve puntos de servicio. A esto se añade un Servicio Central que coordina las actividades administrativas y técnicas.
Carmen Franco, jefa de la Sección de Apoyo a la Investigación y Servicios, detalló que su sección está dedicada a apoyar al personal docente e investigador en sus actividades científicas. Esto incluye la difusión y evaluación de la producción científica, así como la coordinación de actividades formativas para usuarios en todas las bibliotecas.
Tecnología al servicio del aprendizaje
Por su parte, Leonor Fernández, responsable de la Sección de Proceso Técnico y Gestión Tecnológica, subrayó la importancia de implementar tecnologías avanzadas para mejorar los servicios bibliotecarios. La biblioteca utiliza el Sistema Integrado de Gestión Bibliotecaria Koha (SIGB) para optimizar procesos como el acceso a recursos electrónicos y la catalogación.
Lourdes Rosado, jefa de la Sección de Colección y Patrimonio, destacó que su labor consiste en gestionar tanto colecciones patrimoniales como modernas. Esto implica asegurar que todos los fondos estén organizados y sean accesibles para satisfacer las necesidades informativas de los usuarios.
Repositorios digitales: puente entre investigadores y sociedad
Uno de los logros recientes es el reconocimiento del Repositorio Institucional RODIN con el sello FECYT por sus buenas prácticas en gestión de datos. Este repositorio alberga más de 28,000 documentos accesibles públicamente. La gestión interna asegura que cada documento depositado sea revisado para evitar duplicados y garantizar su correcta catalogación antes de ser publicado.
Carmen Franco también mencionó el Portal de Producción Científica como una herramienta esencial para evaluar investigaciones dentro y fuera del ámbito académico. Este portal permite a investigadores acceder a indicadores sobre el impacto recibido por sus trabajos.
Evolución hacia un espacio multifuncional
Las bibliotecas han dejado atrás su imagen tradicional para convertirse en espacios multifuncionales donde se realizan diversas actividades académicas. Según Jesús Fernández, estos lugares ahora son utilizados para cursos, trabajos grupales e incluso videoconferencias. **La biblioteca busca crear un ambiente agradable** que fomente tanto el estudio individual como el trabajo colaborativo.
Aparte del préstamo tradicional, se ofrece una amplia gama de servicios que incluyen préstamos tecnológicos con más de 350 ordenadores portátiles disponibles para estudiantes. Además, se imparten cursos formativos sobre gestión bibliográfica utilizando herramientas como Zotero y Mendeley.
Cultura abierta e inclusión social
El compromiso con la comunidad va más allá del ámbito académico; se organizan iniciativas culturales como clubes de lectura o exposiciones temporales dedicadas a autores destacados. Estas actividades están diseñadas no solo para enriquecer a los estudiantes sino también para abrir las puertas al público general.
Carmen Franco enfatizó que la promoción del acceso abierto es crucial en esta nueva era digital. La biblioteca trabaja estrechamente con el Vicerrectorado de Investigación para facilitar publicaciones en acceso abierto y organizar eventos relacionados con Ciencia Abierta.
En conclusión, **el Servicio de Biblioteca** no solo actúa como guardián del conocimiento acumulado a lo largo del tiempo; también se adapta constantemente a las nuevas demandas sociales y tecnológicas, consolidándose como un pilar fundamental dentro del ecosistema educativo contemporáneo.