Las red flags más inaceptables para los españoles son la ridiculización pública y la mentira excesiva, mientras que las green flags incluyen el respeto y el interés genuino. Es crucial identificar estas señales en las relaciones para prevenir dinámicas tóxicas y fomentar vínculos saludables basados en la comunicación abierta.
Entre las red flags más inaceptables para los españoles al momento de conocer a una persona, se encuentran la ridiculización pública y la mentira excesiva.
Entre las green flags más significativas se encuentran el hecho de tratar a los demás con respeto, ofrecer espacio personal y poseer propósitos en la vida.
Cuando se conoce a alguien que despierta nuestra atracción por primera vez, los encuentros pueden parecer sacados de una película: las conversaciones surgen con fluidez, hay risas y una mezcla de emoción, y las miradas están llenas de complicidad. Por esta razón, resulta fundamental reconocer las señales que podrían indicarnos una evolución negativa, así como aquellas que sugieren un desarrollo positivo.
La aplicación de citas Adopte, anteriormente conocida como Adopta un Tío, nos proporciona cinco red flags o señales negativas que son esenciales para construir una relación saludable. Además, también nos ofrece green flags, que no debemos pasar por alto, para identificar valores y comportamientos positivos.
Según Mara Mariño, terapeuta de pareja y sexóloga en Bienquererse.com, así como colaboradora experta de la app de citas adopte, la creciente popularidad de las red flags en los últimos años “significa que por fin estamos poniendo sobre la mesa comportamientos que no deberíamos tolerar en el ámbito de la pareja (y que estamos trazando límites sobre ellos).”
“Las apps de citas pueden ser útiles para detectar este tipo de red flags de forma anticipada”, afirma Laura Solé, quien es la responsable de la app adopte en España. “En plataformas como adopte, donde se anima a los usuarios a completar su perfil y compartir su perspectiva sobre la vida, podemos obtener numerosas referencias acerca de su personalidad. Además, la manera en que interactúan en el chat y las dinámicas que surgen durante las esperas de respuesta son también indicativas”, añade Laura Solé.
Existen otras red flags que pueden surgir más adelante, por lo que es fundamental mantenernos alertas. Según Mara Mariño, "al identificar las red flags abiertamente no sólo prevenimos el sufrimiento emocional de vivir esos comportamientos, sino también consecuencias como la autoestima baja, como mínimo". Es esencial ser muy conscientes del impacto que tienen en nosotros las acciones o palabras de la persona que estamos conociendo o de nuestra pareja. En otras palabras, si experimentamos sentimientos de agobio, tristeza o incluso miedo, es crucial prestar atención a nuestra intuición en lugar de ignorarla y escuchar lo que nos dice.
Se requiere de nosotros un control sobre diversas relaciones.
Si se cuestionan constantemente nuestras amistades, se critican a nuestros seres queridos o se expresa descontento cuando compartimos tiempo con otros, es posible que intenten aislarnos. Estos son indicios evidentes de una dinámica tóxica. Un 44% de los encuestados confirma haber estado en una relación con alguien controlador; de ellos, el 68% solo se dio cuenta tarde, mientras que un 18% lo reconoció gracias a su entorno y un pequeño 14% lo identificó desde el principio.
Por otro lado, el 55% de las personas experimentó celos en su relación y decidió tolerarlos, mientras que un 11% los padeció pero terminó la relación rápidamente. Este tipo de comportamientos no solo restringe nuestra independencia, sino que también puede tener un impacto negativo en nuestro bienestar emocional y mental.
Según Adopte, una “green flag” o, en otras palabras, una indicación de que alguien es el adecuado, se manifiesta cuando esa persona muestra interés en ser cercano y amable con las personas que son importantes para ti. Además, respeta tanto a esas personas como tu espacio personal.
Evitar a toda costa temas más serios es su objetivo.
La falta de disposición o la incapacidad para abordar cuestiones significativas como la familia, el futuro o las finanzas puede sugerir que la persona no está preparada para un compromiso auténtico. Para que las relaciones sean saludables, es fundamental mantener una comunicación honesta y abierta; si se eluden estos temas, esto puede ser un indicativo de problemas potenciales en el futuro.
Además, evitar discutir estos asuntos no solo refleja una falta de interés en el bienestar de la relación, sino que también puede ser un signo de inmadurez emocional. Según una encuesta realizada por Adopte, un 38% de los participantes expresaron su frustración ante la dificultad de sus parejas para abordar temas serios, mientras que un 39% admitió que no lograban tener este tipo de conversaciones tan a menudo como desearían.
De manera constante, la víctima se hace.
Según las especialistas de la app, contar con propósitos y planes a futuro es fundamental para uno mismo. Además, el hecho de comunicar un proyecto de vida, ya sea de manera individual o en conjunto, resulta ser enriquecedor y motivador para la relación.
Un 46% de las personas afirma que sus ex-parejas no asumían la responsabilidad por nada, mientras que un 26% admite no haberse percatado de esta situación. Aquellos que tienden a considerarse como víctimas suelen evitar tomar la responsabilidad por sus propias acciones. A menudo, encuentran en otros la culpa de sus problemas, lo que puede ser un signo de manipulación emocional.
Es fundamental observar cómo se expresa acerca de sus ex-parejas; si continuamente las critica o las culpa sin mostrar autocrítica sobre su papel en las relaciones que no funcionaron, esto podría indicar una falta de autoconciencia. Además, esta actitud puede ser una señal de que no está dispuesta a aprender de sus errores, lo cual podría complicar el desarrollo de una relación saludable.
Se observa un comportamiento agresivo en él/ella.
Señalan estos datos: Una de las green flags más significativas es la capacidad de disculparse al cometer un error y esforzarse por mejorar el comportamiento. Es fundamental establecer límites y comunicarse de manera sincera cuando algo cause molestia, además de ser coherente entre lo que se dice y lo que se hace.
Antes de comenzar una relación, es crucial prestar atención a una de las red flags más importantes: la aparición de comportamientos agresivos. Según explica Mara Mariño, “el tono de voz alto, las amenazas o los insultos son los primeros escalones, pero en caso de no trabajar esa ira, es probable que el empleo de la violencia escale contra algo o alguien, haciendo que la relación sea una fuente de peligro”.
Desde elevar la voz durante las discusiones hasta mostrar actitudes de control excesivo, los celos y el desdén hacia las opiniones ajenas son señales que no deben pasarse por alto.
Existen inconsistencias en la manera en que se comporta.
Laura Solé comenta: “Es fundamental rodearse de individuos que son capaces de generar un ambiente de confianza, tanto en el ámbito sexual como en la vida cotidiana, y esto es algo que merece ser considerado seriamente. Aquellos que interactúan con respeto, sin emitir juicios y permitiendo que la otra persona se exprese, establecen una bandera verde que facilita el flujo de las relaciones, haciéndolo mucho más armonioso y efectivo”.
“Engañar sobre asuntos relevantes, incumplir promesas o tener una falta de claridad intencionada acerca de un tema son situaciones que deben hacernos estar atentos. Esto es especialmente cierto cuando se transforman en un patrón habitual”, sugiere la terapeuta de pareja.
Cuando las acciones no coinciden con las palabras, esto puede ser un indicativo de manipulación o falta de sinceridad, lo que a su vez genera un clima de desconfianza.