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Desafíos biológicos

Los virus y bacterias siguen siendo un desafío para la ciencia, según Valladares
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Los virus y bacterias siguen siendo un desafío para la ciencia, según Valladares

lunes 09 de diciembre de 2024, 20:00h

Fernando Valladares, investigador del CSIC, destaca en su libro "Las pandemias" que los virus y bacterias siguen desafiando nuestra biología, a pesar de los avances tecnológicos. Propone un enfoque ecológico para prevenir pandemias, enfatizando la importancia de conservar la biodiversidad y los ecosistemas saludables como barreras naturales contra infecciones. Valladares también resalta lecciones históricas sobre cómo las pandemias han moldeado nuestra sociedad y subraya la necesidad de abordar factores sociales en la salud pública.

No importa cuán avanzada y tecnificada esté nuestra civilización; los virus y las bacterias, que representan las formas más primitivas de vida, siguen desafiándonos tanto a nivel individual como social. El investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Fernando Valladares, ha publicado un libro titulado Las pandemias, donde destaca el papel protector de la biodiversidad frente a futuras infecciones globales y examina nuestra relación con los microorganismos, tanto como causantes de enfermedades graves como aliados esenciales para la salud de los ecosistemas.

La pandemia de covid-19 ha marcado un hito en el siglo XXI y, desafortunadamente, parece que no será la última. “Nos guste o no, la coexistencia con los microbios es una realidad que perdurará, y sería prudente aceptar que podrían ser fundamentales para integrar nuestra civilización dentro de los límites naturales del planeta”, señala Valladares.

Desafíos actuales en biología y ciencia

Los virus y las bacterias continúan representando un reto para nuestra biología y ciencia. Por ello, Valladares enfatiza la necesidad de adoptar enfoques ecológicos y evolutivos en la investigación sobre pandemias. “Nuestro enfoque tradicional se centra en contener y controlar las enfermedades después de su aparición, así como en desarrollar vacunas y tratamientos sanitarios. Sin embargo, la estrategia más efectiva y sostenible es rodearnos de ecosistemas saludables y ricos en especies”, afirma el investigador.

Valladares subraya que la mejor vacuna preventiva es una naturaleza bien conservada, algo que parece obvio pero a menudo olvidamos. Además, propone una revisión exhaustiva del pasado para entender cómo las pandemias han influido en nuestra historia y evolución como especie. “Las pandemias han sido catalizadores de cambios sociales y tecnológicos significativos”, añade.

Lecciones históricas sobre pandemias

A lo largo de la historia, diversas pandemias han dejado huella. Por ejemplo, la pandemia justiniana del siglo VI contribuyó a la caída del Imperio Romano, mientras que las epidemias de peste llevaron al surgimiento de la salud pública moderna. Las transiciones epidemiológicas también son clave: desde el Neolítico hasta el auge de la higiene urbana en los siglos XIX y XX, cada fase ha estado marcada por cambios significativos en nuestras relaciones con las enfermedades infecciosas.

Hoy enfrentamos una tercera transición caracterizada por el aumento de enfermedades metabólicas y resistencia a antibióticos. “Estamos ante una salud amenazada por un creciente número de patógenos que ponen en riesgo nuestro progreso”, concluye Valladares.

Biodiversidad como defensa ante patógenos

Se estima que existen alrededor de 1,7 millones de virus desconocidos en mamíferos y aves; muchos podrían infectar a humanos. Valladares sostiene que el paso de estos virus a los humanos está impulsado por actividades que deterioran nuestros ecosistemas: deforestación, expansión agrícola e intensificación ganadera.

Para mitigar el impacto de los virus patógenos, es esencial alcanzar lo que él denomina "inmunidad de paisaje". Esto implica conservar ecosistemas funcionales ricos en biodiversidad para reducir el riesgo de propagación desde reservorios animales hacia humanos. La presencia diversa dentro del ecosistema actúa como regulador demográfico frente a especies peligrosas portadoras de patógenos compatibles con humanos.

Aprender del comportamiento natural

El concepto central del libro es aprender; los murciélagos son ejemplos destacados debido a su capacidad para convivir con múltiples patógenos sin mostrar síntomas significativos. “Estos mamíferos voladores han coexistido con virus durante millones de años”, explica Valladares.

A pesar de ser huéspedes potenciales para virus mortales, su longevidad relativa es notable. La capacidad para controlar procesos inflamatorios se considera clave para su resistencia al envejecimiento. “Mantener bajo control la inflamación es crucial para su supervivencia”, afirma el autor.

Estrategias sociales frente a nuevas pandemias

Aunque es complicado prever cuándo surgirá una nueva pandemia, una población humana creciente crea oportunidades constantes para la propagación viral. Por ello, Valladares insiste en priorizar medidas preventivas sobre acciones reactivas tras el contagio.

No se puede abordar completamente una infección global sin considerar factores sociales relacionados con la salud pública. “La pobreza, acceso a vivienda adecuada, educación y empleo son determinantes críticos para nuestra resistencia frente a infecciones”, argumenta el científico.

Fernando Valladares, doctor en Biología e investigador del CSIC, concluye con un mensaje esperanzador: mediante investigación multidisciplinaria e inversión sostenida podemos mitigar futuros impactos pandémicos.

Sobre Fernando Valladares

Fernando Valladares, reconocido por sus investigaciones sobre biodiversidad y cambio climático, ha publicado más de 300 artículos científicos. Ha recibido varios premios por su labor ambientalista y combina su trabajo investigativo con proyectos divulgativos enfocados en "La salud de la humanidad". Su obra anterior incluye La salud planetaria (2022).

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