En un contexto donde la alimentación de las personas en sociedades desarrolladas no es tan equilibrada como debería, surge una inquietante realidad: siete de cada diez españoles necesitan mejorar su dieta. A pesar de ello, más del 70 % de la población recurre a suplementos alimenticios, según un estudio realizado por la Academia Española de Nutrición y Dietética junto con la Fundación Mapfre. Esta tendencia responde a diversas motivaciones, que van desde el deseo de fortalecer el sistema inmunológico hasta mejorar el rendimiento físico o académico.
La pregunta que se plantea es: ¿realmente son efectivos estos suplementos? Según María José Alonso, profesora colaboradora en los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), su eficacia depende del uso adecuado y del consejo profesional. «Cuando se utilizan correctamente, pueden ser muy beneficiosos; sin embargo, su consumo indiscriminado, guiado solo por la publicidad, puede resultar contraproducente», advierte.
Nutrientes esenciales para afrontar el otoño
A pesar de las tendencias marcadas por las redes sociales y las celebridades, el uso de suplementos debe ser individualizado y adaptado a las necesidades específicas de cada persona. Existen ciertos nutrientes clave que no deberían faltar en ninguna dieta. Entre ellos se encuentran las vitaminas del complejo B, fundamentales para mantener los niveles de energía y combatir la fatiga. Estas vitaminas también son cruciales para el funcionamiento óptimo del sistema nervioso.
Otro nutriente esencial es el magnesio, que contribuye al mantenimiento normal de músculos y huesos, además de ayudar a reducir el cansancio. Para quienes buscan un apoyo adicional frente al estrés físico y mental, se recomiendan las plantas adaptógenas como la rodiola o el ginseng, así como los ácidos grasos omega-3, conocidos por sus beneficios en la salud cardiovascular y cerebral.
Cuidado con las carencias nutricionales
A pesar de que una alimentación equilibrada podría cubrir todas estas necesidades nutricionales, muchas personas en sociedades desarrolladas presentan carencias significativas. Estudios indican que entre el 70 % y el 80 % de los españoles ingieren menos calcio del recomendado. Además, casi el 75 % tiene niveles insuficientes de vitamina D. Estas deficiencias llevan a muchos a optar por suplementos alimenticios como solución.
No obstante, es importante tener en cuenta que algunos nutrientes pueden interactuar entre sí, afectando su absorción. Por ejemplo, aunque el magnesio ayuda a absorber calcio, ambos compiten por los mismos sitios en el intestino. Lo mismo ocurre con la vitamina C y la B12; altas dosis de vitamina C pueden disminuir la absorción de B12. Por ello, es fundamental considerar cómo y cuándo se toman estos suplementos para maximizar sus beneficios.
Mitos sobre los suplementos vitamínicos
A menudo surgen mitos sobre los suplementos vitamínicos; uno común es el papel protector de la vitamina C contra resfriados. Aunque un estudio reveló que esta vitamina puede reducir a la mitad el riesgo de resfriado en situaciones extremas, otros análisis han mostrado que su efecto real consiste en acortar la duración de los síntomas graves. Sin embargo, consumirla en exceso puede llevar a efectos adversos significativos.
Además, hay reglas sobre cómo tomar ciertos suplementos: por ejemplo, los suplementos de hierro deben espaciarse al menos dos horas respecto a los lácteos o al té verde para evitar interferencias en su absorción. El magnesio también tiene sus momentos ideales para ser consumido dependiendo del tipo e intensidad del ejercicio realizado.
Suplementación responsable y efectiva
Dada esta complejidad, es crucial consultar con un médico o nutricionista antes de iniciar cualquier régimen suplementario. En caso contrario, lo más probable es que no solo no se logren resultados positivos sino que incluso se pueda agravar alguna condición existente.
A pesar de estas advertencias, hay buenas noticias: los sueros multivitamínicos y minerales son recomendables si se toman a primera hora del día junto con un desayuno nutritivo y abundante agua. En cuanto a la melatonina, aunque ha ganado popularidad como remedio contra el insomnio, su uso debe limitarse a momentos específicos para favorecer realmente un buen descanso nocturno.
Finalmente, aunque las proteínas son valoradas especialmente entre deportistas por sus efectos sobre la masa muscular, deben ser utilizadas bajo supervisión profesional debido a posibles efectos secundarios como retención hídrica o problemas renales en individuos predispuestos. La clave está en mantener una alimentación equilibrada junto con una buena hidratación y descanso adecuado para optimizar tanto el rendimiento físico como mental durante esta temporada otoñal.