Las cenas navideñas son un hito en las relaciones de pareja, ya que invitar a la pareja por primera vez puede significar un avance en el compromiso. Es crucial elegir el momento adecuado y considerar la opinión de ambos. La planificación y comunicación son esenciales para una celebración exitosa y cómoda.
Existen situaciones en una relación de pareja que revelan el estado en el que se encuentran, y las cenas navideñas son, sin duda, un claro ejemplo de ello. Durante estas fechas tan significativas, donde nos reunimos con nuestros seres más queridos y se entrelazan diversas emociones, es común considerar la posibilidad de invitar a nuestra pareja por primera vez. Sin embargo, este es un momento crucial, por lo que resulta fundamental elegir el instante adecuado para hacerlo.
Con el fin de ayudar a las parejas a enfrentar esta potencialmente incómoda situación, la aplicación de citas Adopte, anteriormente conocida como Adopta un Tío, ha decidido ofrecer algunas orientaciones y herramientas útiles para tomar la mejor decisión.
Un nuevo paso en la relación se dio con la primera cena que compartimos en familia.
Es posible identificar síntomas que indican que no estamos extendiendo la invitación por motivos adecuados. Por ejemplo, si la razón detrás de la invitación se basa en expectativas sociales (como el qué dirán o lo que hacen las parejas a nuestro alrededor), o si no percibimos un futuro o una estabilidad con esa persona, lo más prudente sería no continuar y esperar a observar cómo se desarrolla la situación.
Según Mara Mariño, terapeuta de pareja, sexóloga y colaboradora experta de Adopte, “Llevar por primera vez a nuestra pareja a una fiesta navideña suele significar un avance en el compromiso de la relación, ya que implica hacer partícipe a la otra persona de un momento en el que hay mucha emoción por estar con las personas que más se quieren”.
Este acto representa un hito significativo para consolidar la relación y comunicarle a la otra persona que estamos invirtiendo en un futuro juntos. Sin embargo, surge la interrogante: ¿es este el momento adecuado para dar ese paso?
“Al momento de decidir, es importante considerar si ya existe un conocimiento mutuo suficiente, si la idea de invitarle genera ilusión y la sensación de que realmente se desea llevar a cabo, así como si la otra persona también siente entusiasmo por participar en la celebración familiar”, sugiere Mara. En caso de que estas condiciones no se den, podría ser más conveniente esperar, ya que quizás no sea el momento propicio. Según la visión del slow love promovida por Adopte, las relaciones deben desarrollarse con paciencia y gradualmente. Solo de esta manera se pueden establecer unos cimientos sólidos. No es necesario apresurar las situaciones.
Para lograr una primera cena de Navidad exitosa, aquí tienes algunos consejos útiles.
- Planificación anticipada: Es fundamental organizar todo con tiempo para evitar contratiempos.
- Menú variado: Considera ofrecer opciones que se adapten a diferentes gustos y necesidades dietéticas.
- Ambiente acogedor: La decoración y la iluminación pueden crear un ambiente festivo y cálido.
- Invitados cómodos: Asegúrate de que todos los asistentes se sientan bienvenidos y cómodos durante la velada.
- Actividades entretenidas: Planifica juegos o dinámicas que fomenten la interacción entre los invitados.
Recuerda que lo más importante es disfrutar del momento y compartir con tus seres queridos. ¡Feliz Navidad!
Sin duda, esta es la oportunidad ideal para disfrutar de una primera cena de Navidad en compañía. Según Mara Mariño, quien trabaja junto a Adopte, es aconsejable seguir los pasos que se detallan a continuación:
Es esencial informar a la pareja y obtener su consentimiento para evitar que se sienta sorprendida, ya que esto podría percibirse como una trampa. Debe estar al tanto de lo que va a enfrentar y tener la oportunidad de expresar sus inquietudes o simplemente liberar sus nervios, los cuales son normales por el deseo de encajar.
Resulta fundamental preguntarle su opinión, prepararla adecuadamente y proporcionarle un espacio seguro donde pueda manifestar su conformidad o, en caso contrario, su malestar respecto a la situación.
Es fundamental comunicarse con anticipación con la familia para que estén al tanto y puedan compartir sus opiniones de antemano, así como ofrecer información relevante como restricciones alimentarias, asuntos delicados o diferencias culturales. Tener a nuestra familia bien informada y a gusto con la situación es esencial para que puedan dar una cálida bienvenida a la pareja. Si alguna de las partes no está de acuerdo o si hay información vital que no se ha discutido, podrían surgir malentendidos innecesarios.
“Una vez se llega a la comida o a la cena, es importante estar pendiente de la otra persona. Puede ser tentador pasar horas poniéndose al día con los familiares o amigos que se ven con menos frecuencia, pero dejar sola a la pareja en un ambiente nuevo, puede ser abrumador”.
Es esencial brindar apoyo para que nuestra pareja pueda adaptarse, relajarse y disfrutar.
Mantener una conversación positiva y los modales adecuados es fundamental. Al asistir por primera vez a una celebración familiar navideña, es importante recordar que, aunque el ambiente sea distendido y haya confianza entre los presentes, se deben tener en cuenta ciertas bromas o comentarios. Si se produce algún malentendido -ya que todos podemos cometer errores- lo más apropiado es resolverlo en privado, evitando discusiones durante la comida.
Además, es recomendable no tocar temas delicados como la política, ya que probablemente sea mejor mantenerlos fuera de la conversación.
“Cuidar las dinámicas familiares con la familia política: cada pareja es un mundo, cada familia también. Hay que entender que las normas y los códigos difieren, y aunque no lo entiendas, debe ser respetado”. A pesar de que podamos encontrarnos con situaciones inesperadas o escuchar comentarios sorprendentes, es fundamental adaptarnos a la realidad de cada familia sin imponer nuestra propia visión. Este aspecto resulta crucial, ya que frecuentemente erramos al suponer que todos deben comportarse como nosotros.
“Es fundamental fomentar la reciprocidad y no limitarse a que siempre sea la misma persona quien asista a las celebraciones familiares. En estas fechas, todos deseamos compartir momentos con nuestros seres queridos, y es tan relevante que nuestra pareja participe en las reuniones familiares como ofrecerse a hacerlo en el hogar de la otra parte”. La empatía se considera un valor esencial para mantener una relación de calidad. Si esperamos que nuestra pareja realice un esfuerzo y actúe de cierta manera hacia nosotros, también debemos estar dispuestos a hacer lo mismo. ¿Cuál es la forma más sencilla de prevenir malentendidos? Alternar la visita a diferentes familias cada año.