La desinformación como arma de poder fue el tema central de la segunda jornada del X Congreso “Córdoba Ciudad de Encuentro y Diálogo”, donde se reunieron destacados periodistas para reflexionar sobre este fenómeno que afecta a la política global. La sesión, organizada por la Cátedra Unesco de Resolución de Conflictos de la Universidad de Córdoba, se llevó a cabo en el Salón de Columnas del edificio Pedro López de Alba.
Voces autorizadas del periodismo internacional
Entre los ponentes se encontraban Cristina Olea, corresponsal de RTVE en Washington; Patricia Simón, periodista y escritora con experiencia en más de 25 países; y Marc Marginedas, excorresponsal en Moscú. Cada uno aportó su perspectiva sobre cómo la manipulación informativa se ha convertido en una herramienta clave para el control social y la guerra híbrida.
Cristina Olea abrió el evento con una ponencia centrada en Donald Trump y su relación con los medios. A través de su experiencia en la Casa Blanca, Olea destacó cómo el expresidente estadounidense ha socavado los mecanismos tradicionales de verificación, transformando el discurso político en un espectáculo donde el desprecio por la verdad es moneda corriente. “Trump ha hecho del desprecio a la verdad un instrumento de poder”, afirmó, subrayando las dificultades que enfrentan los periodistas críticos ante la presión política.
Deshumanización y propaganda en conflictos armados
Por su parte, Patricia Simón abordó el impacto de la desinformación en conflictos bélicos. Desde sus reportajes sobre Ucrania y Palestina, advirtió sobre cómo esta práctica alimenta la deshumanización del enemigo y normaliza la crueldad en el discurso público. “Vivimos en un ecosistema donde el odio y la simplificación son herramientas para manipular la percepción”, señaló.
Simón también puso énfasis en la responsabilidad de los medios para evitar alimentar narrativas épicas que ocultan realidades dolorosas. En su opinión, el periodismo debe ser un ejercicio de empatía que busque reconstruir complejidades frente al tsunami informativo generado por las fake news.
Estrategias rusas en la era digital
El cierre estuvo a cargo de Marc Marginedas, quien analizó cómo Rusia utiliza la desinformación como parte de su estrategia militar. “La guerra ya no solo se libra en el terreno físico, sino también en las redes sociales”, advirtió. Explicó las injerencias del Kremlin en eventos como las elecciones estadounidenses y el referéndum del Brexit, destacando que Rusia ha convertido este tipo de manipulación en una herramienta estratégica para debilitar democracias.
Todas las intervenciones coincidieron en resaltar la importancia del periodismo como antídoto contra la desinformación. En un contexto marcado por la polarización y la fatiga informativa, los expertos enfatizaron que “informarse requiere esfuerzo” y que sin ciudadanos bien informados, no hay democracia sólida que pueda resistir.
Este congreso se inscribe dentro de un programa más amplio que comenzó con conferencias sobre los riesgos actuales para las democracias y los mecanismos detrás de las fake news. El evento concluirá hoy con una mesa redonda que incluirá a figuras destacadas como Manuela Carmena y representantes de medios reconocidos.