Desigualdad en los procesos de selección
Un estudio revela sesgos inconscientes que favorecen a los hombres en la contratación para puestos de liderazgo
Investigadores del Instituto INGENIO, un centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universitat Politècnica de València (UPV), junto con el grupo Ergonautas y la Universitat de València, han puesto de manifiesto la existencia de sesgos inconscientes que benefician a los hombres en los procesos de selección para posiciones de liderazgo. Este hallazgo se basa en diferencias perceptivas sobre competencias como el liderazgo o la capacidad resolutiva, dependiendo del género del candidato.
Las conclusiones forman parte del artículo titulado “Conscious and Unconscious Gender Bias in Competence Evaluations: Mental Representations of Project Managers”, publicado recientemente en la revista científica Complexity.
La investigación utiliza una técnica innovadora conocida como NBRC (Noise Based Reverse Correlation), que permite visualizar los prototipos mentales que las personas utilizan para evaluar si un candidato es adecuado para un puesto directivo. Esta metodología transforma esos prototipos en imágenes reales, representando rostros masculinos y femeninos.
Análisis profundo sobre los sesgos en la contratación
José Antonio Diego Más, director de Ergonautas, explica que estudios anteriores sobre sesgos de género en contrataciones se basaban en encuestas conscientes. Sin embargo, estas no logran captar los sesgos inconscientes que influyen en las decisiones. “La nueva aplicación de esta técnica nos ha permitido materializar la imagen mental del líder ideal”, señala Diego.
La técnica NBRC ha sido utilizada previamente en diversas áreas, desde estudios sociológicos hasta evaluaciones psicológicas vinculadas a elecciones. En este caso particular, más de 30 profesionales, tanto hombres como mujeres, pertenecientes a la Asociación Española de Dirección e Ingeniería de Proyectos, fueron encuestados. Se recopilaron más de 10.200 respuestas y se generaron dos rostros representativos basados en las elecciones realizadas por hombres y mujeres.
A través de este proceso, se preguntó a los participantes sobre su percepción respecto al género asociado a estos rostros y sobre competencias clave para roles directivos.
Diferencias significativas en la percepción de competencias
Los resultados revelan diferencias notables: los hombres tienden a asociar las competencias relacionadas con experiencia y liderazgo predominantemente al rostro masculino. Por otro lado, las habilidades emocionales son vistas mayoritariamente en el rostro femenino entre todos los encuestados.
Rocío Poveda, investigadora del INGENIO, destaca que muchos órganos decisores están compuestos principalmente por hombres. Esto influye en cómo se valoran las capacidades necesarias para puestos directivos. A pesar de que algunas competencias son reconocidas más fácilmente en rostros femeninos durante valoraciones conscientes, los sesgos inconscientes siguen perpetuando desigualdades en el acceso a posiciones de liderazgo.
El estudio concluye con una recomendación clara: es fundamental mejorar los procesos de selección mediante criterios claros y fases ciegas cuando sea posible, así como aumentar la diversidad en los paneles evaluadores y equilibrar la representación por género. “Al evidenciar estos patrones, ofrecemos una base operativa para rediseñar procedimientos y fomentar una mayor equidad profesional”, finaliza Poveda.